Las representaciones de ídolos constituyen una de las primeras muestras escultóricas de la Península Ibérica y a través de su evolución podemos ver reflejada la tecnología de cada época, el papel que desempeñaban los ajuares funerarios y el sistema de creencias representado a través de sus imágenes simbólicas.
Los primeros ídolos que podemos encontrar en Galicia son los hallados a la entrada de los corredores de túmulos megalíticos, como el de Parxubeira, Axeitos o Dombate. Esto ídolos megalíticos pueden ser simples cantos rodados, por lo general planos y ovoides, o guijarros decorados, por lo general elípticos, ovoides o triangulares, que presentan modificaciones en su contorno o una tosca decoración en alguna de sus caras. También en este tipo de contextos megalíticos aparecen figuras antropomórficas que ya no están realizadas sobre cantos rodados sino en lajas graníticas o metamórficas y cuyo contorno ha sido trabajado para dotar a la pieza de rasgos humanos.
El ídolo de Pumares fue encontrado en este lugar de la parroquia de Santa Mariña de Ribela (A Estrada). Está realizado en granito y mide 30 cm de altura, 15,5 cm de anchura y 7 cm de grosor. Si bien apareció fuera de un contexto arqueológico, este tipo de ídolos han sido hallados en varios túmulos megalíticos y su cronología se establece en un período que va del 5500 al 3000 a.C.
El ídolo-placa de A Carballeira se descubrió de forma accidental debajo de un hórreo en el lugar de A Carballeira (Ponte Caldelas). Se trata de una placa antropomorfa de arenisca de 29 mm de grosor y que puede que originalmente estuviera pintada. La placa fue pulida en su totalidad y tallada en la zona superior para marcar los hombros y la cabeza, la cual ha desaparecido y que se supone que estaría dotada de ojos, como suele sucede en este tipo de ídolos-placa. Una línea horizontal separa el cuerpo del cuello de la cabeza y en el anverso de la placa aparece tallado un falso bajorrelieve de un collar. También se grabaron dos senos con forma de sol de los que surgen líneas incisas a modo de rayos solares. y en los laterales unos motivos en zigzag que representan un manto.
El ídolo-placa de A Carballeira está datado en el IV-III milenio a.C. y tiene grandes similitudes tipológicas con las placas decoradas megalíticas alentejanas de Beira Baixa, lo que apunta a la existencia de contactos con las áreas megalíticas del S de la Península Ibérica, en concreto con el N del Alentejo.
Otra representación de un ídolo con collar la podemos observar en el petroglifo Laxe das Ferraduras, del cual volveremos a hablar posteriormente.
Otro grupo de representaciones que vamos a tratar a continuación es el de los ídolos cilindro, de los que hasta el momento sólo se ha encontrado una escultura en Galicia. El posible ídolo de A Caeira es una pieza hallada fuera de su contexto original y que se conserva en el Museo de Pontevedra. Las fotografías corresponden al artículo de Buenaventura Aparicio Casado en el número de noviembre de 1985 de Pontevedra Arqueológica.
El ídolo de A Caeira es un cilindro de cuarcita de 11,7 cm de longitud y 4 cm de diámetro que pesa 350 g. Está totalmente pulido y carece de decoración salvo en las bases, en una de las cuales se ha perforado un círculo y en la otra seis. En ausencia de hallazgos de este tipo en Galicia, no es posible establecer si este ídolo está relacionado con los betilos megalíticos o con los ídolos calcolíticos de Extremadura y O de Andalucía.
A unos 25 km de A Caeira se encuentran los ya citados petroglifos de Laxe das Ferraduras, donde podemos ver varios ídolos cilindro muy semejantes al de A Caeira.
En la parroquia de Darbo del ayuntamiento de Cangas, encontramos una posible representación de un ídolo cilindro en el grupo de petroglifos de Laxe da Chan, junto con las representaciones, entre otras, de un antropomorfo, un zoomorfo y alabardas.
Los ídolos oculados constituyen otro grupo iconográfico de gran importancia para el estudio de las sociedades que habitaban la Península Ibérica en el III milenio a.C. Si bien existen representaciones de este tipo en otro puntos del Mediterráneo, es en la Península Ibérica donde aparecen como mayor profusión y protagonismo, especialmente en el SO. La mayor parte de las piezas halladas en su contexto original lo fueron en poblados, ya que en esta época el esfuerzo que suponía la arquitectura megalítica hizo que fuera disminuyendo la construcción de grandes túmulos y que los enterramientos comenzaran a situarse en las proximidades de los asentamientos.
Para las poblaciones peninsulares de comienzos de la Edad del Cobre estos ídolos tenían tanta importancia, que incluso existieron talleres especializados en los que artesanos indígenas aplicaron elementos culturales propios y sus gustos particulares en la realización de estos objetos simbólicos de carácter ritual y votivo. Estos idoliformes oculados se cree que estaban relacionados con el culto astral a la Diosa Madre, vinculada a los cultivos y la fertilidad y que fue la divinidad prehistórica más venerada en toda el área mediterránea. Este carácter femenino se aprecia con mayor claridad en algunas piezas en las que aparece grabado el triángulo vulvar o los pechos.
Ídolos oculados de El Pozuelo (Zalamea la Real. Huelva). |
Los ídolos oculados están realizados en piedra caliza y por lo general son cilíndricos y con distintos grosores, aunque también pueden ser planos. Todos guardan semejanza en lo que se refiere a su iconografía esquemática y su estética, aunque dependiendo de la zona se aprecian variaciones locales de estas representaciones.
Ídolo oculado de Torrecera. (Jerez de la Frontera. Cádiz) |
Los motivos centrales son siempre los grandes ojos y una líneas infraoculares que son interpretadas como pinturas o tatuajes faciales.
Tatuajes faciales de indígenas de Nueva Zelanda. |
Entre las variaciones locales de esta iconografía podemos citar los “ojos-soles”, en los que alrededor de las pupilas parten líneas rectas que se asemejan a los rayos del sol. En otras variantes aparecen círculos oculares con radios inscritos y cejas, a veces anchas, enmarcadas y rellenas con líneas paralelas. También puede haber líneas incisas en forma de zigzag situadas en la parte superior y que representan el pelo, el cual cae por la parte posterior hasta la mitad de la pieza. Otras líneas en zigzag en los laterales parecen representar algún tipo de manto.
Ídolo del Cerro de las Vacas. (Lebrija. Sevilla) |
En Galicia las representaciones de ídolos oculados son muy escasas. En el petroglifo Laxe das Ferraduras, situado en el lugar de Fentáns, parroquia de San Xurxo de Sacos (Cotobade), aparecen representados cuatro ídolos cilindro junto a cinco antropomorfos, una espada, un puñal, al menos sesenta improntas de pezuñas, dos combinaciones circulares, un cruciforme, líneas rectas, lo que pudiera ser un bastón, cuatro cérvidos con flechas o lanzas clavadas en sus lomos y tres cuadrúpedos que están sin completar.
https://oestrymnio.blogspot.com/2013/06/petroglifo-pedra-das-ferraduras-fentans.html
Como ya apuntamos anteriormente, se cree que estos ídolos representan a “la diosa madre” que simboliza la vida, la fertilidad, la fecundidad y las divinidades de ultratumba, y cuyo culto a menudo se asocia a los grabados rupestres de cérvidos.
Recientemente se han encontrado quince paneles con pinturas datadas en el III milenio a.C. en una zona de difícil acceso en las estribaciones occidentales de la Serra do Eixe, en el Macizo de Peña Trevinca. Los paneles se localizan en una pared rocosa, en una zona de fuerte pendiente y al lado de una cascada, en la que hay un entrante de 30 m de ancho, 10 m de fondo y 6-7 m de altura que tradicionalmente sirvió de refugio a los pastores y que se denomina Pala de Cabras, en la parroquia de Santa María de Casaio (Carballeda de Valdeorras). Entre los motivos que aparecen representados en las pinturas hay pectiniformes, ramiformes, soliformes y dos grupos de oculados.
Uno de estos oculados está pintado en color ocre anaranjado y sus medidas son de 23,5 x 18,8 cm. Presenta dos ojos de 2-3 cm por encima de los cuales se encuentran las cejas arqueadas hacia abajo, una línea vertical de 14,6 cm que representa la nariz y dos líneas situadas debajo de los ojos, que en este tipo de representaciones son interpretadas como pinturas o tatuajes faciales.
Oculados de Pala de Cabras. |
Se trata de una iconografía sumamente escasa en Galicia pero muy frecuente en Extremadura, Alentejo y O de Andalucía. Este interesantísimo hallazgo puede ser una evidencia más de remotos contactos entre las comunidades del NO, O y SO de la Península Ibérica.
Continuando con la descripción de alguno de los principales tipos de idoliformes del O de la Península Ibérica tenemos que hacer mención a los denominados “ídolos placa”. Se trata de un grupo aparte de los anteriores en los que la iconografía predominante son los motivos lineales que forman decoraciones, aunque en algunas ocasiones también pueden aparecer círculos radiales del tipo oculado, las cejas, la nariz y los tatuajes faciales.
Ídolos placa oculados de los Gabrieles (Valverde del Camino) |
A diferencia de los ídolos cilíndricos, los ídolos placa están realizados en pizarra, son planos y de tendencia rectangular. En la parte superior suelen tener dos perforaciones que permitían llevarlos colgados del cuello y utilizarlos en ceremonias y rituales vinculados al culto a la divinidad.
Ídolos placa de los Gabrieles y de Cortijo del Jadramil (Arcos de la Frontera) |
También podían formar parte del ajuar del difunto y por eso se encuentran con frecuencia en los túmulos megalíticos.
Ídolos placa. Dólmenes de Juan Ron y Malmón (Alcántara. Cáceres). |
A mediados del III milenio a.C se produjo una mayor jerarquización de la estructura social y los lideres fueron asumiendo paulatinamente un mayor control sobre las comunidades. Esto proceso quedó plasmado también en las iconografía de los ídolos, los cuales comenzaron a ser sustituidos por representaciones esquemáticas del cuerpo humano. Las figuras dejaron de femeninas y pasaron a ser masculinas a medida que aumentaban los enfrentamientos bélicos favorecidos por el desarrollo de la metalurgia y de la consiguiente producción de armas, lo que se tradujo en una aumento del dominio de la élite guerrera.
Uno de estas figuras antropomorfas es el ídolo del Cerro de la Cabeza (Valencina de la concepción. Sevilla), que fue encontrado en un pozo a ocho metros de profundidad en un contexto poblacional correspondiente a una fase precampaniforme, aunque está datado alrededor del 2100 a.C. Representa a una figura masculina en posición hierática con los brazos unidos en la cintura y las piernas juntas. Están grabados los ojos, la nariz, las cejas, el tatuaje facial, el pene y en el unas líneas en zigzag que representan el pelo que cae por el reverso hasta la cintura. Esta iconografía ya no se corresponde con la de los ídolos cilindro o los ídolo placa y es posible que no esté representando a una deidad, sino a un adorador o a un fiel devoto.
Representaciones antropomórficas las podemos encontrar en el dolmen de Eireira o de Afife (Viana do Castelo), datado en el Neolítico o Calcolítico (III-II milenio a.C). En seis de sus ortostatos aparecen decoraciones con grabados y al menos uno de ellos conserva restos de pintura roja. Sin duda el grabado más interesante es el que hay en la cara interna de la laja que forma la cabecera, la cual está cubierta en su totalidad con la figura de un antropomorfo estilizado que conserva los restos de las manos, con seis trazos cada una.
Este tipo de figuras suele ser interpretadas como la representación de divinidades protectoras, tutelares o guardianas de los muertos en su paso al más allá y son frecuentes en los megalitos de Beira Alta, al S del Duero, pero muy poco comunes en Galicia y N de Portugal, donde sólo se conocen las de Os Campiños (Rianxo), Portela do Pau (Melgaço) y Padrão (Porto).
Para terminar, podemos encontrar otra representación antropomorfa de una posible deidad en los petroglifos de Monte Tetón (Tomiño), datados entre el Calcolítico y la Edad de Bronce.
Bibliografía:
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Carlos Bellido y Pérez Tudela. Ídolo cilíndrico del Cortijo de la Fuente (Sanlúcar de Barrameda. Cádiz).
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Fábregas Valcarce, R. Las representaciones de bulto redondo en el megalitismo del Noroeste.
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Hurtado Pérez, V. Los ídolos del calcolítico del occidente peninsular.
Tejerizo-García, C. Alonso Toucido, F. Martínez Panizo, L. Hallazgo de un conjunto de pintura esquemática prehistórica en el sitio de Pala de Cabras, en Casaio (Ourense).
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.
Nota: Los dibujos de petroglifos que aparecen en este artículo han sido realizados mediante una aplicación informática para la edición y retoque fotográfico.
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