El 12 de septiembre de 1504 Cristóbal Colón partió de Santo Domingo rumbo a España y el 7 de noviembre de 1504 arribó, gravemente enfermo, a Sanlúcar de Barrameda. El 20 de mayo de 1506 Colón falleció en Valladolid y fue enterrado en el convento de San Francisco.
En 1509 su cadáver fue trasladado al monasterio de Santa María de las Cuevas, en Sevilla. Posteriormente, en 1523, los restos de Colón y de su hijo cruzaron de nuevo el Atlántico hacia la isla de La Española, donde estuvieron hasta que en 1795 fueron trasladados a La Habana. Por último, en diciembre de 1898, las cenizas volvieron a España para ser depositadas en la catedral de Sevilla.
El
mausoleo de Cristóbal Colón se encuentra en el centro de la entrada de la
catedral de Sevilla. El
féretro de bronce y alabastro es portado por las esculturas que representan a cuatro reyes con los
distintivos de Castilla, León, Navarra y Aragón. En la cabecera,
otros dos reyes sujetan un crucifijo y una lanza. El
autor de esta obra fue el arquitecto y escultor
Arturo Mélida y Alinari.
En
la caja se lee
la siguiente inscripción:
“Aquí yacen los huesos de Cristóbal Colón, primer Almirante y
descubridor del Nuevo Mundo R.I.P.A.”
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.
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