domingo, 23 de abril de 2023

Cuacos de Yuste: Casa-palacio de Carlos I de España y V de Alemania

El monasterio de San Jerónimo de Yuste fue fundado a principios del XV y alcanzó su momento de mayor importancia cuando fue elegido por Carlos I de España y V emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, como lugar de retiro para sus últimos años de vida.

Monasterio de Yuste (claustro renacentista)

El emperador Carlos V de Habsburgo, abatido tras la muerte en 1539 de su amada esposa Isabel de Portugal, comenzó a plantearse su alejamiento de la escena pública para dedicarse a la vida contemplativa. En 1543 encargó a un grupo de hombres doctos y prudentes la elección del lugar idóneo para su descanso, pero el Emperador no pudo cumplir su deseo hasta 1554, cuando las circunstancias políticas europeas y el matrimonio de su hijo Felipe II con María Tudor de Inglaterra se lo permitieron.

Carlos V (Tiziano)

Muchos fueron las opciones propuestas a Carlos V y de entre todas ellas eligió Yuste, en gran parte debido a que el monasterio estaba bajo la protección de la Casa de Oropesa y también por las excelentes relaciones del Emperador con los Álvarez de Toledo. Otro factor que resultó determinante fue la abundancia de caza y pesca en la zona, grandes aficiones del Emperador y motivo por el cual el ballestero real se encontraba entre las cincuenta personas que formaban su séquito.

Monasterio de Yuste (patio de los novicios y puerta pintada)

El 19 de enero de 1554, Carlos V dio indicaciones a fray Juan de Ortega, general de los jerónimos, para que procediera a levantar unos aposentos para su morada exclusiva, a cuenta de la tesorería real y de acuerdo con el modelo de obra que se le remitía y que seguía la estructura del palacio Prinzenhof de Gante, en el que había nacido. Mientras finalizaban las obras en sus aposentos en el monasterio de Yuste, desde el 12 de noviembre de 1556 hasta el 3 de Febrero de 1557 Carlos V se alojó en el castillo del señor de Jarandilla, Fernando Álvarez de Toledo y Figueroa, III Conde de Oropesa.

Escudo de Carlos V en el castillo de Jarandilla de La Vera

Los aposentos de Yuste se diseñaron para albergar al Emperador y a un séquito reducido en un ambiente semejante al de la reclusión monacal. Para se ello se realizó una prolongación del monasterio, creando un modesto “cuarto real” en el que se aprecian influencias hispánicas y extranjeras. Los aposentos constan de dos pisos de planta idéntica, con pórtico de entrada y cuatro salas separadas dos a dos por un pasillo central. La planta superior era utilizada en invierno y en diciembre de 1557 se instaló una estufa en un pequeño espacio junto a la sala del Emperador. La planta inferior se construyó para ser usada en verano, pero se aprovechó en muy pocas ocasiones al carecer de vistas y de comunicación directa con la iglesia.

La entrada a la casa-palacio era independiente de la del monasterio y se realizaba mediante una rampa situada en el lado oeste, que facilitaba el acceso del monarca a pie o en litera.

Casa-palacio de Yuste (rampa y galería)

La rampa lleva hasta una gran terraza cubierta en la fachada principal de la casa-palacio, construida por el maestro Gaspar Hernández y en la que Carlos V pasaba los cálidos días de verano.

La terraza se divide en dos espacios mediante una fila central de cinco columnas de granito de orden toscano, situadas sobre pedestales de ladrillo. Para que el Emperador se pudiera refrescar, en la terraza se construyó una fuente realizada por los maestros Agustín de la Vega y Lope de Anturia.

Casa-palacio de Yuste (terraza y fuente).

En sus lados S y O la terraza dispone de una barandilla de hierro forjado con decoración de rombos de estilo gótico.

Casa-palacio de Yuste (terraza con barandilla).

Las excavaciones arqueológicas han hallado los restos de un pequeño estanque bajo la rampa, donde Carlos V podía pescar percas y truchas. Todas las dependencias estaban rodeadas por huertos y por jardines que fueron diseñados por fray Marcos de Cardona.

Casa-palacio de Yuste (galería, jardines y azud).

Las demás fuentes y el azud, que servía de transición entre el monasterio y el entorno natural y para el riego de los huertos bajos, son obra del ingeniero Juanelo Turriano.

Casa-palacio de Yuste (azud)

De todos modos, durante la estancia de Carlos I de España en Yuste nunca cesaron las obras, ya que en la construcción inicial se había tenido en cuenta la comodidad del Emperador pero muy poco la de su séquito.

En los apenas dos años en los que Carlos V residió en Yuste siguió dirigiendo la política imperial y fueron continuas las comunicaciones con Valladolid, capital de la corona española. 

Casa-palacio de Yuste (busto y escudo de Carlos V)

Cuando el 21 de septiembre de 1558 murió el emperador Carlos V, las dependencias que ocupó fueron totalmente abandonadas y los monjes restringieron el acceso a las habitaciones. Su hijo Felipe II, no mostró interés alguno por mantener el palacio de Yuste, por lo cual nadie volvió a dormir en los aposentos de su padre.

El 12 de agosto de 1809 una columna del ejército invasor francés llego a la comarca de La Vera e incendió el monasterio de Yuste que resultó casi totalmente destruido, salvándose sólo la iglesia, la casa del obispo y el palacio.

 

Bibliografía:

María Teresa Rodríguez Prieto. El Monasterio de Yuste. Estudio histórico-artístico.

Antonio Perla de las Parras. El Monasterio de San Jerónimo de Yuste.

Teodoro M. Martín. El expolio del Monasterio de Yuste.

Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.

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