jueves, 23 de marzo de 2023

Río Tinto

El río Tinto forma parte de la cuenca atlántica andaluza y de la Demarcación Hidrográfica del Tinto, Odiel y Piedras

Río Tinto
El Tinto nace en la sierra de Padre Caro junto a Minas de Riotinto y su acuífero principal se encuentra a 600 m de profundidad, cerca de un depósito de sulfuros masivos volcánicos. Sus principales afluentes son el Nicoba, Jarrama, Domingo Rubio, Corumbel, Casa Valverde y Candón.

Río Tinto

El río Tinto discurre 100 km, casi en su totalidad por tierras onubenses, hasta desembocar en la ría de Huelva y unirse con el río Odiel, dando lugar a una zona de marismas que ocupan una superficie total de 14.900 ha.

Marismas del Odiel
La Demarcación Hidrográfica del Tinto, Odiel y Piedras está comprendida entre los términos municipales de Palos de la Frontera y Lucena del Puerto, hasta los límites municipales de Isla Cristina y Lepe.

Río Odiel

El territorio ocupa 4.762 km2 de los cuales el 98% se sitúa en la provincia de Huelva y el 2% restante en la cabecera del río Tinto, en la provincia de Sevilla. El territorio queda limitado al O y N por los ríos Guadiana y Chanza, al E por la estribaciones de la Sierra de Aracena y al S por el océano Atlántico.

Río Tinto

En la costa atlántica, donde desembocan el Tinto y el Odiel, se han formado extensas y anchas playas como la de Punta Umbría, en cuyas dunas se encuentra el Paraje Natural de los Enebrales, donde enebros y sabinas forman un bosque mixto en un ambiente de condiciones muy extremas determinadas por el suelo poco fértil, las altas temperaturas y la escasez de agua.

Paraje Natural de los Enebrales


Río Tinto: un ecosistema único en el mundo

El río Tinto discurre por la Faja Pirítica Ibérica, que se extiende desde Sevilla hasta el océano Atlántico al S de Lisboa. La provincia de Huelva es una de las zonas mineras más importantes a escala mundial especialmente por las reservas de sulfuros masivos, las mayores del mundo, localizadas en más de 80 depósitos, algunos de ellos supergigantes (>100 Mt).

Las aguas del río Tinto tienen un pH muy ácido (1,3-3) y un alto contenido de metales pesados (hierro, cobre, cadmio y manganeso). El color rojo de sus aguas se debe a la meteorización de minerales que contienen pirita, produciendo un flujo de ácido sulfúrico denominado drenaje ácido de minas. El drenaje ácido impide que crezcan especies vegetales ribereñas y acaba con los ecosistemas acuáticos, incapaces de soportar condiciones tan extremas.

Aguas rojas de la mina Peña de Hierro

En el caso de río Tinto este drenaje sucede tanto por oxidación abiótica, producida por las actividades mineras, como por oxidación biótica. La oxidación biótica se debe a la acción de bacterias como Asidithiobacillis ferrooxidans o Leptospirillum ferrooxidans, microorganimos acidófilos adaptados a este hábitat extremo y que viven en depósitos de pirita metabolizando hierro y azufre, produciendo ácido sulfúrico.

Drenaje ácido

En 2017, la NASA, en colaboración con el Centro de Astrobiología dependiente del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y del CSIC, realizaron en el río Tinto una serie de ensayos para su aplicación en la exploración de Marte, debido a las similitudes entre esta cuenca minera y la superficie marciana, ambas con elevada presencia de jarosita, mineral compuesto de hierro y azufre. El Tinto ha sido el escenario operativo para la prueba de dos instrumentos científicos diseñados para la detección de rastros de vida microbiana, que permita estudiar el origen e influencia de la vida en el universo.

Aguas ácidas del río Tinto

En 2018, en el nacimiento del río Tinto y a 607 m de profundidad, se encontraron cianobacterias vivas que se encuentran entre los microorganismos más antiguos de la Tierra y de los más resistentes conocidos. Estas cianobacterias pueden realizar la fotosíntesis oxigénica y en el caso del río Tinto la novedad está en que se hayan localizado en el subsuelo, ya que hasta el momento siempre se habían encontrado asociadas a la presencia de luz. Los resultados de este estudio confirman la posibilidad de que determinados tipos de organismos extremófilos puedan sobrevivir en Marte. 


Actividad minera

La Cuenca Minera de Riotinto se halla al NE de la provincia de Huelva y está formada por siete poblaciones: Nerva, Minas de Riotinto, Berrocal, El Campillo, La Granada y Zalamea la Real. El río Odiel la cruza de NE a SO y el río Tinto de N-S.

Las actividades mineras en el área del río Tinto comenzaron en épocas remotas con los iberos, fenicios, romanos y musulmanes, pero la explotación intensiva comenzó a partir de 1873, fecha en la que el gobierno de la Primera República vendió las minas de cobre a un consorcio internacional dominado por los Matheson, Rothschild y Goldschmidt.

Hugh Mackay Matheson
Este consorcio fundó la Río Tinto Company Limited, la cual fue la adjudicataria de la explotación minera entre 1873 y 1954. Además de la concesión minera, la República  autorizó la construcción de una línea férrea que seguía el curso del río hasta el puerto de Huelva, donde se construyó un muelle embarcadero para el mineral.

Emblema de Río Tinto Company Limited

En 1884 Riotinto ya era el mayor centro minero del mundo y la Río Tinto Company una de las mayores empresas de Europa. Riotinto se convirtió en una especie de colonia inglesa, en la que eran explotados más de diez mil mineros que trabajaban en los yacimientos de la mina a cielo abierto más grande del mundo.

Mina a cielo abierto
Las piritas extraídas en la mina se apilaban en montículos de varias toneladas denominados teleras, en cuya base se colocaban ramas, brezos y leña de encina y pino, a las que se prendía fuego para quemar el mineral hasta dos y tres veces y de esta manera obtener cobre puro. Este proceso suponía la emisión de alrededor de 500 t diarias de gases tóxicos, sobre todo sulfurosos, que generaban una enorme nube negra que cubría permanentemente Riotinto y los pueblos cercanos y que era conocida como “la manta”.

El día 4 de febrero de 1888 se produjo una manifestación de los mineros y agricultores protestando por las condiciones de vida y de trabajo que imponía la Río Tinto Company, así como por las repercusiones que las emanaciones de dióxido de azufre, producidas por la quema de minerales al aire libre, tenían sobre la salud de las personas. Los manifestantes se reunieron en la plaza del ayuntamiento de Riotinto y la concentración fue brutalmente reprimida con fuego real y aún a día de hoy se desconoce el número real de personas que murieron por fuego de bala y cargas de bayoneta del Regimiento de Pavía, aunque se calcula que los muertos fueron entre cien y dos cientos, incluidas mujeres y niños, aunque las autoridades sólo reconocieron trece fallecidos. Fue tan grande la matanza que los mineros no volvieron a manifestarse en los siguientes 25 años.

Cuadro "El 4 de febrero. La Masacre". Antonio Romero Alcaide

La tragedia llegó a las Cortes españolas y se prohibió el uso de las teleras, pero las presiones de la Río Tinto Company Limited consiguieron que volvieran a utilizarse en 1900 y que no cesaran definitivamente hasta 1907, cuando se suprimieron no por la salud de los trabajadores, sino porque se aplicaron nuevos métodos de filtrado sucesivo que separaban el azufre y que permitían la fabricación de ácido sulfúrico.

Años después de la matanza, mientras la plaza del ayuntamiento y la iglesia de Riotinto habían desparecido enterradas bajo toneladas de escoria de mineral, los mineros españoles continuaban realizando sus trabajos en condiciones deplorables, mientras los empleados británicos de la empresa residían en la ciudad jardín del barrio de Reina Victoria de Huelva.

Casa del Barrio Reina Victoria de Huelva

Las minas siguieron funcionando y en 1930 alcanzaron su producción máxima. En 1954 Franco manifestó su voluntad de hacerse con el llamado “Gibraltar económico” y para este fin se creó un consorcio formado por el Banco Español de Crédito, Banco Hispano Americano y el Banco de España, entidades que constituyeron la Compañía Española de las Minas de Río Tinto. Este capital privado español adquirió dos terceras partes de las propiedades de la Río Tinto Company Limited, conservando la empresa británica el tercio restante. Para la Río Tinto Company Limited, después de haberse enriquecido lo indecible con la explotación de los yacimientos, la venta de unas minas que ya habían empezado a dar síntomas de agotamiento fue considerada como un excelente negocio.

Minas de Riotinto
La actividad minera entre 1954 y 1993 no se recuperó pese a recibir millonarias subvenciones de las arcas públicas destinadas a la industrialización de la provincia de Huelva, en detrimento de otros sectores como el agropecuario o la pesca. La producción fue descendiendo paulatinamente por el agotamiento de los recursos y la caída de los precios en el marco de una creciente globalización mundial. La extracción de cobre cesó totalmente en 1986 para el cobre y la plata y en 1996. Los empleados se hicieron con la propiedad de la empresa en 1995 hasta 1998. En 2002 se produjo una huelga general de la minería onubense y en 2003 se acordó un ERE para la plantilla de Riotinto. Las minas de Riotinto habían pasado de 12.000 trabajadores en 1910 a 520 en 1995 y a 0 en 2003. El resultado de este declive fue la desaparición total de la actividad productiva y humana, además de un tremendo impacto medioambiental. En 2015 la empresa Emed Tartessus obtuvo todos los permisos para retomar la actividad.

 

Mina Peña de Hierro

Cerca del nacimiento del río Tinto se encuentra la corta a cielo abierto de la mina Peña de Hierro en Nerva, la cual se puede visitar en el trayecto turístico de Riotinto.


Corta Peña de Hierro

La extracción industrial de sulfuros masivos comenzó en 1853 por parte de compañías como Nuestra Señora de los Reyes (1853-1866) o la británica The Peninsular Copper Company (1883-1900). El período de máxima explotación fue de 1901 a 1955 por parte de The Peña Copper Mines, cuando se extrajeron 3.922.780 t. A partir de 1955 la actividad fue menguando hasta desaparecer totalmente de 1972. En 1982 pasó a ser propiedad de la Fundación Río Tinto, quien la restauró y revalorizó con fines turísticos.

Malacate y planta trituradora

En la visita turística a Peña de Hierro podemos transitar por el túnel de Santa María, excavado en 1883 y que tiene unas dimensiones de 200 m de largo, 3,60 m de ancho y 2,80 m de alto. 

Túnel de Santa María
El túnel estuvo en funcionamiento hasta 1960 y en 2002 fue rehabilitado por la Fundación Río Tinto.

 

El ferrocarril minero

En 1873 la Río Tinto Company Limited inició la construcción de una línea férrea de vía estrecha de 83,5 km que comunicaba las zonas de extracción y procesado con la zona de embarque del mineral en Huelva. Las obras duraron veinticinco meses y el diseño y supervisión fue realizado por el ingeniero George Barclays Bruce. Además de la vía general, el Río Tinto Railway disponía de otros 264 km de carriles destinados a ramales entre las poblaciones mineras y los distintos filones, almacenes y talleres. La línea férrea contaba con doce estaciones, cinco túneles y se construyeron ochos puentes  para cruzar el río en distintos puntos.

Locomotora y vagones

El Ferrocarril Minero de Río Tinto llegó a disponer de 147 locomotoras de vapor, 9 locomotoras diésel, 21 locomotoras eléctricas, una locomotora de aire comprimido, 36 coches de pasajeros, 1.300 vagones y 2.000 vagonetas.
Vagón grúa

Los ramales del ferrocarril de Río Tinto transportaban el mineral extraído en los filones y comunicaba los pueblos de la cuenca minera entre si y con Huelva, lo que permitía llevar productos perecederos a la zona minera, donde hasta ese momento sólo se podían consumir alimentos secos y salazones.

Vía del ferrocarril minero

El ferrocarril minero comenzó a perder utilidad a partir de 1964 con la construcción del Polo Químico de Huelva, ya que el mineral dejó de ser embarcado con rumbo a Inglaterra y comenzó a ser transportado por camiones. En 1975 el muelle de Río Tinto dejó de funcionar, por lo que el ferrocarril redujo su recorrido y sólo transportaba el mineral hasta la estación de las Mallas (Niebla). La línea minera se cerró definitivamente en febrero de 1984 y en sus 109 años de existencia se calcula que llegó a transportar 130 millones de toneladas de mineral.

En 1987 la empresa Río Tinto Minera S.A. creó la Fundación Río Tinto para el Estudio de la Minería y de la Metalurgia. La Fundación comenzó a recuperar el material y el trazado del ferrocarril y el 4 de noviembre de 1994 puso en marcha el Ferrocarril Turístico Minero.

Excavadora

Además de rescatar algunas locomotoras y vagones, se edificó una pequeña estación de 125 m2 para recibir a los viajeros, se reconstruyeron apeaderos que se encontraban en estado de ruina y se recuperaron las antiguas estaciones de Zarandas y Los Frailes.

Estación de Zarandas


El muelle cargadero de mineral de Huelva

El muelle cargadero de Huelva, propiedad de la Río Tinto Company Limited, entró en funcionamiento en marzo de 1876, comenzando a enviar a Inglaterra y a las industrias europeas el mineral extraído en la explotación minera y transportado en la línea férrea del Río Tinto Railway.

Muelle cargadero de Huelva
En los primeros meses de 1873 Hugh Mackay Matheson, presidente de la Río Tinto Company Limited, viajó a Huelva junto al prestigioso consultor de ferrocarriles Sir George Barclay Bruce, para planificar el trazado de la vía férrea desde Río Tinto hasta Huelva y para elegir el mejor emplazamiento para el cargadero de mineral. 

De entre los métodos de explotación de cargaderos existentes en la época, George Barclay Bruce eligió un sistema de embarque por gravedad con varios niveles de vías, de modo que los trenes accedían al interior del muelle por una rampa central que los situaba a una altura máxima adecuada, desde la cual los vagones se deslizaban por gravedad por la pendiente hasta un cambio de agujas situado al final del cargadero. Los vagones se detenían sobre unas tolvas a la altura de los atraques de los buques y descargaban el mineral. Una vez que los vagones eran vaciados volvían en sentido contrario por el borde del muelle, desplazándose también por gravedad.

Muelle cargadero de Huelva
Este sistema de embarque por gravedad no precisaba de grúas y su coste de explotación y conservación era menor que el de otros procedimientos de carga. Por otra parte, la Río Tinto Company Limited quería que, además de la función de embarque de minerales, el muelle sirviera también para la carga y descarga de la maquinaria, mercancías y personal procedentes de Inglaterra y que eran necesarios para la explotación de los yacimientos mineros.

Una vez decidido el emplazamiento y tipo de cargadero, la dirección de las obras de construcción fue encomendada al ingeniero Thomas Gibson y al contratista John DixonPara sustentar el muelle de modo que soportara la carga de los trenes, diseñaron un sistema inédito en la época y consistente en la construcción de una pilas-pilotes de fundición de 40 cm de diámetro que se hincaban 10,50 m en el lecho del río. Para aumentar la capacidad portante de la cimentación, se emplearon buzos para que hundieran madera en el mar y construyeran, en cada uno de los pilotes, unas plataformas en que descansaban sobre el lecho de la ría.

El muelle tiene una estructura modular con columnas de fundición agrupadas en núcleos, de ocho en ocho, en dos filas paralelas de cuatro elementos y separadas 4,60 m. Los pilares de cada núcleo se unen entre si en varios niveles mediante vigas de celosía de acero, dispuestas longitudinal y transversalmente.

Muelle cargadero de Huelva
El muelle cargadero es una hermosa estructura metálica dotada de un diseño sencillo y eficaz que permitió resolver todos los problemas de transmisión de cargas. En su construcción se emplearon 1.863 t de fundición de hierro, 1.606 t de acero pudelado y 6.109 m3 de madera. Sobre esta estructura metálica reposaba otra de madera que constituía el embarcadero propiamente dicho, y que era totalmente independiente y flexible para poder soportar los desplazamientos laterales que se producían al cargar los buques.

Muelle cargadero de Huelva

El cargadero de mineral estuvo en funcionamiento de marzo de 1876 a mayo de 1975, período en el que se calcula que se embarcaron ciento cincuenta millones de toneladas de mineral. Entre 1975 y 1980 el cargadero estuvo totalmente abandonado y a partir de esa fecha se realizaron varios estudios de conservación, que no se llevaron a cabo hasta 1991 y que concluyeron en 1993 con la primera fase de rehabilitación. Posteriormente y hasta 2006, se realizaron nuevas obras de reconstrucción hasta la recuperación total del cargadero que podemos contemplar actualmente.




Bibliografía:

Junta de Andalucía. Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul. Ámbito territorial y físico de la Demarcación Hidrográfica del Tinto, Odiel y Piedras.

Manuel Maurín Álvarez. Riotinto como colonia inglesa: el orden territorial y el paisaje minero-industrial.

Carlos Arenas Posadas. Riotinto: el declive de un mito minero (1954-2003).

María Dolores Ferrero Blanco. Capitalismo minero y resistencia rural en el suroeste andaluz.

Aquilino Delgado Domínguez y María de la Cinta Regalado Ortega. Catálogo del patrimonio minero industrial de la mina Peña de Hierro (Nerva, Huelva, España).

Aquilino Delgado Domínguez, Emilio Romero Macías, María de la Cinta Regalado Ortega. Valorización del patrimonio a través del turismo minero. Caso de estudio: parque minero de Riotinto, Huelva, España.

Aquilino Delgado Domínguez, Ángel Campos Torrado y Francisco Fiñana López. La recuperación del patrimonio ferroviario llevada a cabo por Fundación Río Tinto. Cuenca minera de Riotinto (Huelva).

Joaquín Barba Quintero. El muelle cargadero de mineral de la Río Tinto Company Ltd.



Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.

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