viernes, 26 de abril de 2019

Petroglifos de Laje das Fogaças


Los petroglifos de Laje das Fogaças se encuentran en el Monte de Góios (freguesía de Lanhelas, Concello de Camiña, distrito de Viana do Castelo). 

Los primeros estudios de estos petroglifos datan de finales del siglo XIX  (Francisco Martíns Sarmento) y principios del siglo XX (Abel Viana. 1929)


Las cuarenta y un figuras representadas (Abel Viana) se hallan en un afloramiento irregular de grano fino uniforme de unos 250 m2, situado en una ladera de fuerte inclinación desde que la se puede contemplar el curso del río Miño (no en vano, actualmente este barrio de Lanhelas lleva el nombre de Boavista).


Del conjunto de representaciones destacan las figuras de dos cuadrúpedos, una madre y su cría, así como una gran variedad de representaciones abstractas con motivos circulares simples, elipses, ovoides y espirales, algunas aisladas y otras relacionadas entre sí. También hay varios círculos con cruces inscritas que suelen ser interpretadas como esquematizaciones de la figura humana. 


El cuadrúpedo mayor parece ser un garrano o una cierva de 1 x 1 m del que se aprecian claramente las orejas y la cola.


Los cuartos traseros y la base de la cola son interrumpidos por un surco vertical de 1,5 cm que viene desde un plano superior y sigue por debajo de las figuras zoomorfas hasta finalizar en una coviña. 


A escasos metros de la Laja das Fogaças, en tiempos modernos, se estableció una empresa pirotécnica de la cual se conserva la construcción principal, sus muros y vallados. 


Cuando Viana realizó sus estudios, los paisanos le contaron que antes de que se construyera  el camino que lleva hasta la  pirotecnia, el afloramiento granítico continuaba ladera abajo y que en esas rocas existían más grabados con figuras de animales. 

El conjunto arqueológico prehistórico fue clasificado como Monumento Nacional en 1974.

Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.

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