martes, 18 de septiembre de 2018

Dolmen de Eireira


El Dolmen de Eireira o de Afife (41º 46’ 18’’ N; 8º 52’ 12’’ O), se encuentra cerca de la playa de Gelfa, a escasos 20 m de la E.N. 13, en el lugar de Medorro de la freguesía de Afife perteneciente al distrito de Viana do Castelo.


El dolmen está situado a 400 m de la costa en una zona de poca altura de sustrato granítico con depósitos arenosos cuaternarios. Puesto que toda la línea costera es llana, probablemente cuando fue construido destacaba en el paisaje y constituía una referencia espacial. Actualmente se encuentra en un estado de total abandono, cubierto de helechos y rodeado de eucaliptos.


Las excavaciones del dolmen fueron realizadas por Eduardo Jorge Lopes da Silva entre 1986 y 1989 y en ellas se hallaron hachas de piedra pulida, varias puntas de seta en sílex, cuarzo y esquisto y un gran número de láminas de sílex.


Datado en el Neolítico o Calcolítico (III-II milenio a.C), el túmulo tiene un diámetro aproximado de 28 m. Se trata de un sepulcro de corredor indiferenciado que carece de cubierta y del que se conservan 16 ortostatos, todos ellos de la misma altura (180 cm),  que presentan una pronunciada inclinación hacia el interior. Esta estructura es la única que conocemos hasta el momento en el área galaico-portuguesa.


Otra de las características del dolmen de Eireira es que 6 de sus ortostatos están decorados con grabados y al menos uno de ellos conserva restos de pintura roja. 


En las losas número 1 y 5 se distinguen claramente varios diseños en zigzag, en la número 2 un soliforme, en la 11 unas líneas onduladas o serpentiformes y en las número 1 y 15 unas posibles cazoletas. 

Cazoletas en la parte superior de la losa número 15

Las bandas de líneas serpentiformes o en zigzag, son el motivo iconográfico que aparece representado con mayor frecuencia en los dólmenes del NO penínsular. 


Por lo que se refiere a la figura soliforme, la podemos encontrar también en otro dolmen de corredor indiferenciado como el de Pedreira (San Romão do Neiva, Viana do Castelo) y podría interpretarse como una asociación entre el ciclo solar y la vida tras la muerte.


Pero sin duda el grabado más interesante es el que aparece en la cara interna de la laja número 6 (cabecera), la cual está cubierta en su totalidad con la figura de un  antropomorfo estilizado, que conserva los restos de las manos con seis trazos cada una. 

Adaptación del dibujo de Silva (1993).

Se trata sin duda de una de las representaciones antropomórficas mejor conservadas del NO peninsular y debido a su tamaño y notoriedad, puede ser considerada como una estela antropomórfica, como afirma Eduardo Lopes da Silva.


Este tipo de figura suele ser interpretada como la representación de una divinidad protectora, tutelar o guardiana de los muertos en su paso al más allá y son frecuentes en los megalitos de Beira Alta, al S del Duero, pero muy poco comunes en Galicia y N de Portugal, donde sólo se conocen las de Os Campiños (Rianxo), Portela do Pau (Melgaço) y Padrão (Porto).

Detalle de la mano del antropomorfo.


Bibliografía:

Silva, Eduardo Lopes da (2003)- “Novos datos sobre o megalitismo do Norte do Portugal”.

Sanches, María de Jesús- Arte dos dómenes do Noroeste da Península Ibérica.

Oliveira Jorge, Vítor (1981)- Mamoas do Norte de Portugal.

Días-Guardamino Uribe, Marta- Las estelas decoradas en la prehistoria de la Península Ibérica.

Venhuizen Correia, António Martino (2010)-Estelas e Estátuas-menires no Centro e Norte de Portugal y Sudoeste da Meseta Superior.

Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.

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