El Dolmen de Eireira o de Afife (41º 46’ 18’’ N; 8º 52’ 12’’ O), se encuentra cerca de la
playa de Gelfa, a escasos 20 m de la E.N. 13, en el lugar de Medorro de la
freguesía de Afife perteneciente al distrito de Viana do Castelo.
El
dolmen está situado a 400 m de la costa en una zona de poca altura de sustrato
granítico con depósitos arenosos cuaternarios. Puesto que toda la línea costera
es llana, probablemente cuando fue construido destacaba en el paisaje y constituía
una referencia espacial. Actualmente se encuentra en un estado de total
abandono, cubierto de helechos y rodeado de eucaliptos.
Las
excavaciones del dolmen fueron realizadas por Eduardo Jorge Lopes da Silva
entre 1986 y 1989 y en ellas se hallaron hachas de piedra pulida, varias puntas
de seta en sílex, cuarzo y esquisto y un gran número de láminas de sílex.
Datado
en el Neolítico o Calcolítico (III-II milenio a.C), el túmulo tiene un diámetro
aproximado de 28 m. Se trata de un sepulcro de corredor indiferenciado que
carece de cubierta y del que se conservan dieciseis ortostatos, todos ellos de la misma
altura (180 cm), que presentan una
pronunciada inclinación hacia el interior. Esta estructura es la única que
conocemos hasta el momento en el área galaico-portuguesa.
Otra
de las características del dolmen de Eireira es que 6 de sus ortostatos están
decorados con grabados y al menos uno de ellos conserva restos de pintura roja.
En las losas número 1 y 5 se distinguen claramente varios diseños en zigzag, en
la número 2 un soliforme, en la 11 unas líneas onduladas o serpentiformes y en
las número 1 y 15 unas posibles cazoletas.
Cazoletas en la parte superior de la losa número 15 |
Las bandas de líneas serpentiformes
o en zigzag, son el motivo iconográfico que aparece representado con mayor
frecuencia en los dólmenes del NO penínsular.
Por lo que se refiere a la figura
soliforme, la podemos encontrar también en otro dolmen de corredor
indiferenciado como el de Pedreira (San Romão do Neiva, Viana do Castelo) y podría interpretarse como una asociación entre el ciclo solar y la vida tras la muerte.
Pero
sin duda el grabado más interesante es el que aparece en la cara interna de la
laja número 6 (cabecera), la cual está cubierta en su totalidad con la figura
de un antropomorfo estilizado, que
conserva los restos de las manos con seis trazos cada una.
Adaptación del dibujo de Silva (1993). |
Se trata sin duda de
una de las representaciones antropomórficas mejor conservadas del NO peninsular
y debido a su tamaño y notoriedad, puede ser considerada como una estela
antropomórfica, como afirma Eduardo Lopes da Silva.
Este
tipo de figura suele ser interpretada como la representación de una divinidad
protectora, tutelar o guardiana de los muertos en su paso al más allá y son
frecuentes en los megalitos de Beira Alta, al S del Duero, pero muy poco comunes
en Galicia y N de Portugal, donde sólo se conocen las de Os Campiños (Rianxo),
Portela do Pau (Melgaço) y Padrão (Porto).
Detalle de la mano del antropomorfo. |
Bibliografía:
Silva,
Eduardo Lopes da (2003)- “Novos datos sobre o megalitismo do Norte do
Portugal”.
Sanches,
María de Jesús- Arte dos dómenes do Noroeste da Península Ibérica.
Oliveira
Jorge, Vítor (1981)- Mamoas do Norte de Portugal.
Días-Guardamino
Uribe, Marta- Las estelas decoradas en la prehistoria de la Península Ibérica.
Venhuizen Correia, António Martino (2010)-Estelas e
Estátuas-menires no Centro e Norte de Portugal y Sudoeste da Meseta Superior.
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.
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