Niebla se
encuentra en la provincia de Huelva y es la cabecera de la comarca del Condado.
Situada a unos
30 km de Huelva y a 70 km de Sevilla, Niebla limita al N con Valverde del
Camino; al E con Paterna del Campo, Palma del Condado y Villarrasa; al S con
Lucena del Puerto, Bonares y Rociana; al O con Trigueros y Beas.
Su localización es estratégica, al hallarse en el camino que
une las zonas mineras con las agrícolas. A esto hay que añadir que el río
Tinto, que
recorre el municipio de NO a SO poco
antes de su desembocadura, antiguamente era navegable, lo que permitía llevar
los minerales hasta los puertos de embarque.
Niebla es sin duda la
ciudad monumental más antigua de la provincia de Huelva. El primer poblamiento
data del III milenio a.C. Sus primeras murallas son de época tartésica, del I
milenio a.C, cuando el lugar era un oppidum turdetano. Los romanos reforzaron
sus murallas y construyeron un puente que aún hoy en día conserva elementos de esta época, aunque sufrió diversas
reparaciones e incluso fue parcialmente destruido durante la Guerra Civil.
En época visigoda, Niebla era sede
episcopal dependiente de Sevilla. Durante la ocupación islámica recibió el
nombre de Madinat Labla, llegando a
ser capital de una cora durante el Califato omeya y capital de reino durante
las sucesivas épocas de taifas, que tuvieron lugar tras las derrotas de
almorávides y almohades.
Actualmente, las murallas de Niebla
son el mayor recinto fortificado de época almohade que se conserva en España.
Murallas de Niebla
Almorávides y almohades, remodelaron
enteramente la vieja fortaleza omeya con sólidas murallas de tapial, reforzadas
por piedra y sillares de zócalos y cantoneras.
Las murallas, de planta oblonga, abarcan una superficie
de 16 Ha cuentan con 50 torreones, 48 rectangulares y 2 octogonales.
El estado actual de las murallas corresponde a las modificaciones realizadas por Ibn Mahfuz, antes de que la ciudad fuera tomada por Alfonso X.
Hoy en día se conservan cinco puertas dentro de torreones
rectangulares. Por el N se accede a la
ciudad por tres puertas:
Puerta de Socorro. Se localiza en la plaza de San Martín y a través de ella hizo su
entrada Alfonso X cuando tomó la fortaleza. Recibe su nombre de una pintura al
fresco en una de las paredes del interior del torreón, en la que se representa
la imagen de la Virgen del Socorro (siglo XVI)
Puerta del Agujero. No se trata de una verdadera puerta sino que es un arco de la
antigua ciudadela romana
Puerta de Sevilla. Por ella se accede al camino que conduce a Sevilla y a su rico
aljarafe. La mayor parte de la construcción es árabe, pero conserva elementos
romanos.
Por el S y el E había tres
accesos:
Puerta del Agua. De estilo almohade-mudéjar. El acceso se realiza por una
escalinata de anchos peldaños que da paso a un arco de herradura enmarcado por
alfiz, sobre el que descansan tres arcos lobulados. Se supone que a través de
esta se puerta se canalizaba el abastecimiento de agua para la ciudad.
Puerta del Buey. Situada frente al río Tinto, es la puerta más occidental del
recinto amurallado y una de las más hermosas. De estilo almohade-mudéjar, con
arco de herradura enmarcado por alfiz sobre el que descansan tres arcos
lobulados.
Según la tradición, debe su nombre a que durante el sitio de Niebla
y tras varios meses de asedio, al escasear los víveres, Ibn Mahfuz hizo
salir por esta puerta a un buey bien cebado para demostrar a los cristianos que
no había escasez y que podían seguir resistiendo el cerco durante meses.
Puerta del Embarcadero. Situada frente al río Tinto, debe su nombre porque al parecer
desde ella se cargaban los barcos cuando el cauce del río aún era navegable.
Actualmente está derruida.
En el vértice oriental de
las murallas se encuentra la Torre del Oro, la cual ha estado prácticamente
destruida hasta tiempos recientes. Cuenta la leyenda que la Torre del Oro tenía
campanas de oro y que fueron arrojadas al río Tinto.
Iglesia de San Martín. Se trata
de la antigua mezquita menor almohade que más tarde, tras la conquista de la
ciudad, fue concedida por Alfonso X a los judíos como sinagoga. Posteriormente,
sobre esta sinagoga se edificó la actual Iglesia de San Martín, de tres naves y
crucero formado por dos capillas.
Se conserva la cabecera del ábside del siglo
XV, gótico-mudéjar de planta dodecagonal, con estrechos ventanales y la primitiva
puerta principal con doble arco de herradura.
Cerca de la muralla también se
aprecian algunos restos de la Capilla Mayor. Anexa a la Iglesia de San Martín
se encuentra la Capilla del Señor de la Columna, cuya imagen es del siglo XIV o
XV.
La iglesia de San Martín
fue declarada Bien de Interés Cultural en 1922.
Santa María de la Granada. El primer edificio
religioso que se levantó en este lugar fue un templo romano del que se
conservan las columnas. Sobre él, durante la conquista visigoda, se erigió una
iglesia de la que aún permanece la tabla ornamental y la silla episcopal de
piedra de la antigua Elepla.
Por lo que se refiere al
monumento islámico, se trata de la mezquita mayor de los siglos X y XI. A comienzos del siglo XVI se derriba parte de
la mezquita y se eliminan las arquerías, para erigir en su lugar tres naves
mudéjares con cubierta de artesonado y un presbiterio gótico de complejas
bóvedas ojivales estrelladas.
Aún se aprecian los restos del alminar,
reutilizado como campanario, y de un patio porticado para las abluciones.
Hospital de Nuestra Señora
de los Ángeles. Construcción gótico-mudéjar con espadaña gótica, que fue
remodelada en el siglo XVIII.
Castillo de los Guzmánes. Alcázar levantado sobre
una alcazaba. Se empezó a construir a principios del siglo XV. Su planta es
rectangular, con patio de armas, torre del homenaje y puerta del período gótico
florido, rematada con el escudo condal.
Apuntes históricos sobre la ciudad islámica de Labla (Niebla).
712.
Conquista musulmana de Labla, enclave
de gran importancia estratégica para la defensa de las comunicaciones entre las
zonas mineras y el S agrícola y ganadero.
Durante
el Emirato Dependiente (712-755)
al-Ándalus era una provincia del
Califato Omeya de Damasco, que se hallaba dividida en kuras (coras),
distritos territoriales y administrativos en cuya capital residía un
gobernador. La cora a su vez se subdividía en aqalin o climas (en
singular iqlim), que eran unos distritos agrícolas que tenían como
cabecera un castillo o una población importante.
Dentro de
esta organización, Labla era la cabecera de una cora que limitaba al N con las
coras de Beya (Beja) e Ishbiliya (Sevilla), al O con la de Ukshonuba (Faro) y
al E con la de Ishbiliya (Sevilla). Entre los distritos de la cora de Labla
podemos citar el de Awnuba (Huelva), Alyabal (Almonte), Takuna (Trigueros) y
Qashtru o Qarqaya (Cartaya).
713. Los
habitantes de Niebla se rebelan contra los omeyas y se produce una revuelta que
es aplacada por Abd al Aziz ibn Musa. Durante esta época comienza a
establecerse en Niebla un contingente de invasores yemeníes.
741. El
enfrentamiento que se venía produciendo en la Península entre árabes y
bereberes provoca la rebelión de estos últimos, por lo que el califa Hisham envía a Balch ibn Bishr al-Qushayrí ,
al mando de ochenta mil soldados de los cuales doce mil eran sirios. Según
algunos autores, los bereberes poblaban el Andévalo onubense, perteneciente a
la cora de Niebla. Era ésta una zona con una baja productividad agrícola, por
lo que los bereberes se dedicaban preferentemente a la ganadería y a la
minería. Mientras tanto, los árabes se habrían establecido en la Tierra Llana,
una zona apta para la agricultura, actividad que compatibilizaban con el
comercio.
743. Abu-l-jattar
al-Husam ibn Dirar al-Quelbí (emir de 742 a 744), acaba con una nueva
secesión bereber y distribuye a los sirios del yund de Hims (Homs) entre
Sevilla y Niebla, para contrarrestar la influencia berberisca. La población
hispano-visigoda que vivía en Niebla era eminentemente rural y agrícola. Poco a
poco, los linajes de la nobleza visigoda se van islamizando.
766. Durante
el Emirato Independiente (755-929),
en Niebla gobierna Sáid al Yashsubí al
Matarí, quien dirige un levantamiento contra Abd al Rahman I ibn Mu
awiya, al Dáfil, que duró hasta la
muerte del primero en 766.
771. Continúan las rebeliones de Niebla contra el
poder de Abd al Rahman I, como la encabezada por Abdul Gafir
al-Yasuoí.
844. Durante
el emirato de Abd al-Rahman II ibn al Hakam I (821-852), se produce
un desembarco vikingo y el posterior saqueo de Faro, Beja, Niebla y Sevilla.
852. Gobernando
Muhammad I ibn Abd al-Rahman II,
el emirato de Córdoba estalla en una guerra civil. Se producen numerosas
contiendas, una de los cuales enfrenta a Marwan al-Yilliqui, de Badajoz,
y Said ben Malik, de Beja, el cual mantenía alianzas con Niebla.
911. El visir Badr ben Ahmad toma Labla para su
señor Abd al-Rahman III ibn Muhammad ibn Abd Allah, al-Nasir (891-961).
1002. Muere Abu Amir Muhammad ibn Abi Amir (Almanzor).
1009. Abdica Hisham II ibn al Hakam II, al-Mu ay-yad.
El califato desaparece y comienza un período de guerra civil que durará hasta
1031. Al-Andalus se fragmenta en una veintena de estados.
1023. En el
período de taifas, Niebla se convierte en un reino independiente que limita al
N con la taifa de Badajoz (Banu al-Aftas),
al SO con el reino del Algarve, al E con el de Sevilla y al O con la taifa de
Silves.
Tay al-Dawla abi l´ Abbas Ahmad ben Yahya al-Yahsubí, de la
dinastía de los Banu Ya hya, gobierna
en Niebla, Huelva y Gibraleón, en un período de paz y prosperidad que durará
hasta su muerte en 1042.
1051. Abbad Ibn Muhammad (al Mutadid), ataca
Huelva y Niebla, que pasan a formar parte de la bandería del Reino de Sevilla,
la más importante de todas las taifas. El tercer rey de Sevilla, Muhammad
ibn Abbad al-Mutamid (1040-1095), fue la figura más interesante de los
reinos de taifas. En 1067 hereda el trono de Sevilla de su padre al-Mutadid y
en 1069 conquista Córdoba.
1085. Tras la
conquista de Toledo por Alfonso VI, al Mutamid, y los reyes de Badajoz y
Zaragoza piden ayuda a los almorávides (almorabetin,
“consagrados a Dios”) del N de África.
1090.
Al-Andalus se convierte en una provincia almorávide gobernada desde Marrakus. Al Mutamid es derrocado por los almorávides,
quienes lo hicieron prisionero y lo llevaron a África para padecer una cruel
prisión hasta su muerte en 1095.
1144. En
Niebla se produce la revuelta de los miridíes al mando de Abul Qassim ben Qasí, contra el gobernador almorávide de Sevilla,
el cual cerca Niebla. Ibn Qasí pide la intervención de los almohades, un grupo
de fanáticos que gobernaban en Marruecos y África del N, tras haber derrocado a
los almorávides.
1147. Los almorávides son expulsados
de Sevilla por el ejército almohade al mando de Barraz, enviado por
el rey de Marruecos Abd al-Mumin. Ese mismo año conquistan Niebla.
1154. Niebla
se rebela contra los almohades, pero es sometida por Abú Zaqariya tras un largo
asedio y una feroz matanza de más de 8.000 habitantes. Una vez conquistada, los
almohades procedieron a la reconstrucción de las murallas.
1178. Sancho
I de Portugal fracasa en su intento de hacerse con Niebla.
1189. Las
tropas portuguesas conquistan Silves.
1212. El 16
de julio las tropas almohades son derrotadas en las Navas de Tolosa. En
territorio almohade se suceden las sublevaciones que desembocan en la
desaparición del califato almohade y en la aparición de las terceras taifas.
1229. Abu Abdellah Ibn Yusuf ibn Hud Al Yudhami,
rey de la taifa de Murcia, inicia un levantamiento contra los almohades y se
hace con el poder en Niebla.
1232. La
Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén y Rodas toma Moura y Serpa
(1232)
1234. Musa
ibn Mohammad ibn Nassir ibn Mahfuz (también conocido como Su’ayb ibn Muhammad ibn Mahfuz) se hace
con el dominio de Niebla y se proclama emir del al-Garb. Conquista el Alentejo,
todo el Algarbe y la provincia de Huelva desde Sierra Morena hasta la
desembocadura del Guadalquivir. Niebla se convierte en la cabecera de este
reino taifa que abarca desde cabo San Vicente hasta el Aljarafe de Sevilla.
1235. Fernando
III y Álvaro Pérez de Castro atacan Jaén, mientras su
tributario el rey Ibn Hud de Sevilla asedia Niebla.
1238-1239. La
Orden de Santiago toman Mértola, Alfayat de la Peña, Ayamonte y Tavira. El
reino de Niebla ve reducidos sus dominios al territorio comprendido entre el
Odiel y el Aljarafe.
1240. Una vez
vencidos los almohades se produce un enfrentamiento entre Castilla y Portugal
por estos territorios (la denominada Cuestión del Algarve). Castilla los
repuebla con gallegos y leoneses.
1248. Alfonso III de Portugal, hijo de Doña Urraca, sucede en el trono a Sancho
II tras su muerte y emprende una serie de conquistas, haciéndose con Faro,
Albufeira, Ayamonte, Aroche y Aracena. Estos territorios, así como Niebla,
habían sido cedidos por Ibn Mahfuz a Fernando III de Castilla después de que
éste conquistara Sevilla. La Cuestión del Algarve, entre Castilla y Portugal,
se agrava.
1251. Alfonso III de Portugal firmó una tregua
de cuarenta años con Fernando III de
Castilla, la cual se romperá a la muerte de este último.
1252. Muerto Fernando III, accede al trono Alfonso X. La toma de Niebla es ya un
hecho inexorable, tanto para garantizar el control sobre Sevilla y evitar posibles
ataques musulmanes, como sobre todo por su valor estratégico en la pugna
territorial con Portugal: “en aquel tiempo
los moros tenían Niebla e Tejada e el Algarbe. Et por esto aquella çibdad de
Seuilla estaba muy guerreada e non segura et los pobladores della eran muy
corridos por los moros muy amenudo e reçevían mucho dannos” (Crónica de
Alfonso X. 1344-1350).
1253. Muhammad ibn Mahfuz, sigue siendo el
Sahib Labla (Señor de Niebla), último baluarte musulmán en el O de al-Andalus.
Pero su poder se debilitó ante la amenaza que supuso el avance de las tropas
portuguesas, por lo que se declaró vasallo de Castilla. De esta manera, Alfonso X consiguió legitimidad jurídica
en su reclamación de las tierras del Algarve, puesto que habían formado parte
del reino de Niebla antes de ser invadidas por los portugueses.
1255. Alfonso III de Portugal continúa su
expansión por el occidente del S peninsular, lo que lleva a que Alfonso X de
Castilla decida tomar Niebla.
1260. Alfonso X saquea Salé (Marruecos).
1261. Alfonso X convoca cortes en Sevilla para
atacar el N de África en lo que se conoce como el “fecho de África”, pero la
invasión nunca se llegó a producir. En su lugar, Alfonso X decide acabar con los dominios musulmanes que rinden
vasallaje a Castilla (Niebla y Jerez): “este
rey Don Alfonso, aviendo voluntad de seruir a Dios faziendo mal e danno a los
moros, pensó que era bien de conquerer la tierra que tenían, señaladamente lo
que era cerca de aquella çibdat de Seuilla. Et porque esta çibdat tenía muy
cercanos al rey de Niebla e de Algarbe que dezían Abén Mafot e otro moro que
era sennor de Xerez, que dezían Abén Abit, ouo su consejo e quál destas
conquista yría, el falló que era mejor de yr primeramente la villa de Xerez”.
(Crónica de Alfonso X. 1344-1350).
1262. Tras
nueve meses y medio de asedio en los que, según algunos autores, se empleó por
primera vez en Occidente la pólvora con fines bélicos, a finales del mes de
febrero Alfonso X conquista Niebla,
con lo que desaparece el último reino musulmán del O de Andalucía. Dentro de la
política de Alfonso X de disminuir la
influencia de las poblaciones mudéjares, sobre todo en zonas rurales, la mayor
parte de los habitantes de Niebla fueron expulsados y a la ciudad se le
concedió el Fuero Real y pasó a ser cabeza de condado: “aviendo muy gran sabor de poblar bien et de mejorar la villa de Niebla
porque es la primera que ganamos después que regnamos, sobre que vinieenos con
nuestro cuerpo e hechamos ende los moros y poblámosla de christianos” (Julio
González. Repartimiento de Sevilla).
Ibn Mahfuz recibió bienes y rentas y
se le concedió la Huerta del Rey en Sevilla. En esta ciudad residió hasta su
muerte y este trato único demuestra que no había incumplido sus obligaciones
como vasallo y que el único motivo por el que Alfonso X conquistó Niebla fue la
Cuestión del Algarve.
1369. Desde
este año y hasta 1555 la dinastía de Trastámara gobernara en Castilla. Enrique II entrega el condado de Niebla
a la Casa de los Guzmán y comienza un
período de gran desarrollo en el que se construyen varios templos y se
establecen órdenes religiosas.
1540. Don Enrique de Guzmán, segundo duque de
Medina Sidonia y cuarto conde de Niebla, derribó el alcázar viejo y construyó
un gran palacio respetando gran parte del anterior y reconstruyendo la Torre
del Homenaje, que fue la segunda torre en altura de toda Andalucía hasta su
destrucción en 1755.
Bibliografía:
Roldán Castro, Fátima. La provincia de Huelva
en época musulmana.
García Sanjuán, Alejandro. La conquista de
Niebla por Alfonso X.
González Jiménez, Manuel. Edición de la
Crónica de Alfonso X.
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna.
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna.
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