sábado, 31 de octubre de 2015

Niebla (Madina Labla)

Niebla se encuentra en la provincia de Huelva y es la cabecera de la comarca del Condado. Situada a unos 30 km de Huelva y a 70 km de Sevilla, Niebla limita al N con Valverde del Camino; al E con Paterna del Campo, Palma del Condado y Villarrasa; al S con Lucena del Puerto, Bonares y Rociana; al O con Trigueros y Beas.

Su localización es estratégica, al hallarse en el camino que une las zonas mineras con las agrícolas. A esto hay que añadir que el río Tinto,  que  recorre el municipio de NO a SO poco antes de su desembocadura, antiguamente era navegable, lo que permitía llevar los minerales hasta los puertos de embarque.


Niebla es sin duda la ciudad monumental más antigua de la provincia de Huelva. El primer poblamiento data del III milenio a.C. Sus primeras murallas son de época tartésica, del I milenio a.C, cuando el lugar era un oppidum turdetano. Los romanos reforzaron sus murallas y construyeron un puente que aún hoy en día conserva elementos de esta época, aunque sufrió diversas reparaciones e incluso fue parcialmente destruido durante la Guerra Civil.

En época visigoda, Niebla era sede episcopal dependiente de Sevilla. Durante la ocupación islámica recibió el nombre de Madinat Labla, llegando a ser capital de una cora durante el Califato omeya y capital de reino durante las sucesivas épocas de taifas, que tuvieron lugar tras las derrotas de almorávides y almohades.

Actualmente, las murallas de Niebla son el mayor recinto fortificado de época almohade que se conserva en España.


Murallas de Niebla

Almorávides y almohades, remodelaron enteramente la vieja fortaleza omeya con sólidas murallas de tapial, reforzadas por piedra y sillares de zócalos y cantoneras. 


Las murallas, de planta oblonga, abarcan una superficie de 16 Ha cuentan con 50 torreones, 48 rectangulares y 2 octogonales. 


El estado actual de las murallas corresponde a las modificaciones realizadas por Ibn Mahfuz, antes de que la ciudad fuera tomada por Alfonso X.


Hoy en día se conservan cinco puertas dentro de torreones rectangulares. Por el N se accede a la ciudad por tres puertas:

Puerta de Socorro. Se localiza en la plaza de San Martín y a través de ella hizo su entrada Alfonso X cuando tomó la fortaleza. Recibe su nombre de una pintura al fresco en una de las paredes del interior del torreón, en la que se representa la imagen de la Virgen del Socorro (siglo XVI)


Puerta del Agujero. No se trata de una verdadera puerta sino que es un arco de la antigua ciudadela romana

Puerta de Sevilla. Por ella se accede al camino que conduce a Sevilla y a su rico aljarafe. La mayor parte de la construcción es árabe, pero conserva elementos romanos.

Por el S y el E había tres accesos:

Puerta del Agua. De estilo almohade-mudéjar. El acceso se realiza por una escalinata de anchos peldaños que da paso a un arco de herradura enmarcado por alfiz, sobre el que descansan tres arcos lobulados. Se supone que a través de esta se puerta se canalizaba el abastecimiento de  agua para la ciudad.


Puerta del Buey. Situada frente al río Tinto, es la puerta más occidental del recinto amurallado y una de las más hermosas. De estilo almohade-mudéjar, con arco de herradura enmarcado por alfiz sobre el que descansan tres arcos lobulados. 


Según la tradición, debe su nombre a que durante el sitio de Niebla y tras varios meses de asedio, al escasear los víveres, Ibn Mahfuz hizo salir por esta puerta a un buey bien cebado para demostrar a los cristianos que no había escasez y que podían seguir resistiendo el cerco durante meses.


Puerta del Embarcadero. Situada frente al río Tinto, debe su nombre porque al parecer desde ella se cargaban los barcos cuando el cauce del río aún era navegable. Actualmente está derruida.

En el vértice oriental de las murallas se encuentra la Torre del Oro, la cual ha estado prácticamente destruida hasta tiempos recientes. Cuenta la leyenda que la Torre del Oro tenía campanas de oro y que fueron arrojadas al río Tinto.

Iglesia de San Martín. Se trata de la antigua mezquita menor almohade que más tarde, tras la conquista de la ciudad, fue concedida por Alfonso X a los judíos como sinagoga. Posteriormente, sobre esta sinagoga se edificó la actual Iglesia de San Martín, de tres naves y crucero formado por dos capillas. 


Se conserva la cabecera del ábside del siglo XV, gótico-mudéjar de planta dodecagonal, con estrechos ventanales y la primitiva puerta principal con doble arco de herradura. 


Cerca de la muralla también se aprecian algunos restos de la Capilla Mayor. Anexa a la Iglesia de San Martín se encuentra la Capilla del Señor de la Columna, cuya imagen es del siglo XIV o XV.

La iglesia de San Martín fue declarada Bien de Interés Cultural en 1922.

Santa María de la Granada. El primer edificio religioso que se levantó en este lugar fue un templo romano del que se conservan las columnas. Sobre él, durante la conquista visigoda, se erigió una iglesia de la que aún permanece la tabla ornamental y la silla episcopal de piedra de la antigua Elepla.


Por lo que se refiere al monumento islámico, se trata de la mezquita mayor de los siglos X y XI.  A comienzos del siglo XVI se derriba parte de la mezquita y se eliminan las arquerías, para erigir en su lugar tres naves mudéjares con cubierta de artesonado y un presbiterio gótico de complejas bóvedas ojivales estrelladas. 


Aún se aprecian los restos del alminar, reutilizado como campanario, y de un patio porticado para las abluciones.


Hospital de Nuestra Señora de los Ángeles. Construcción gótico-mudéjar con espadaña gótica, que fue remodelada en el siglo XVIII.


Castillo de los Guzmánes. Alcázar levantado sobre una alcazaba. Se empezó a construir a principios del siglo XV. Su planta es rectangular, con patio de armas, torre del homenaje y puerta del período gótico florido, rematada con el escudo condal.


Apuntes históricos sobre la ciudad islámica de Labla (Niebla).

712. Conquista musulmana de Labla, enclave de gran importancia estratégica para la defensa de las comunicaciones entre las zonas mineras y el S agrícola y ganadero.

Durante el Emirato Dependiente (712-755) al-Ándalus era una  provincia del Califato Omeya de Damasco, que se hallaba dividida en kuras (coras), distritos territoriales y administrativos en cuya capital residía un gobernador. La cora a su vez se subdividía en aqalin o climas (en singular iqlim), que eran unos distritos agrícolas que tenían como cabecera un castillo o una población importante.

Dentro de esta organización, Labla era la cabecera de una cora que limitaba al N con las coras de Beya (Beja) e Ishbiliya (Sevilla), al O con la de Ukshonuba (Faro) y al E con la de Ishbiliya (Sevilla). Entre los distritos de la cora de Labla podemos citar el de Awnuba (Huelva), Alyabal (Almonte), Takuna (Trigueros) y Qashtru o Qarqaya (Cartaya).

713. Los habitantes de Niebla se rebelan contra los omeyas y se produce una revuelta que es aplacada por Abd al Aziz ibn Musa. Durante esta época comienza a establecerse en Niebla un contingente de invasores yemeníes.

741. El enfrentamiento que se venía produciendo en la Península entre árabes y bereberes provoca la rebelión de estos últimos, por lo que el califa Hisham envía  a Balch ibn Bishr al-Qushayrí , al mando de ochenta mil soldados de los cuales doce mil eran sirios. Según algunos autores, los bereberes poblaban el Andévalo onubense, perteneciente a la cora de Niebla. Era ésta una zona con una baja productividad agrícola, por lo que los bereberes se dedicaban preferentemente a la ganadería y a la minería. Mientras tanto, los árabes se habrían establecido en la Tierra Llana, una zona apta para la agricultura, actividad que compatibilizaban con el comercio.

743Abu-l-jattar al-Husam ibn Dirar al-Quelbí (emir de 742 a 744), acaba con una nueva secesión bereber y distribuye a los sirios del yund de Hims (Homs) entre Sevilla y Niebla, para contrarrestar la influencia berberisca. La población hispano-visigoda que vivía en Niebla era eminentemente rural y agrícola. Poco a poco, los linajes de la nobleza visigoda se van islamizando.

766. Durante el Emirato Independiente (755-929), en Niebla gobierna Sáid al Yashsubí al Matarí, quien dirige un levantamiento contra Abd al Rahman I ibn Mu awiya, al Dáfil, que duró hasta la muerte del primero en 766.

771. Continúan las rebeliones de Niebla contra el poder de Abd al Rahman I, como la encabezada por Abdul Gafir al-Yasuoí.

844. Durante el emirato de Abd al-Rahman II ibn al Hakam I (821-852), se produce un desembarco vikingo y el posterior saqueo de Faro, Beja, Niebla y Sevilla.

852. Gobernando Muhammad I ibn Abd al-Rahman II, el emirato de Córdoba estalla en una guerra civil. Se producen numerosas contiendas, una de los cuales enfrenta a Marwan al-Yilliqui, de Badajoz, y Said ben Malik, de Beja, el cual mantenía alianzas con Niebla.

911. El visir Badr ben Ahmad toma Labla para su señor Abd al-Rahman III ibn Muhammad ibn Abd Allah, al-Nasir (891-961).

1002. Muere Abu Amir Muhammad ibn Abi Amir (Almanzor).

1009. Abdica Hisham II ibn al Hakam II, al-Mu ay-yad. El califato desaparece y comienza un período de guerra civil que durará hasta 1031. Al-Andalus se fragmenta en una veintena de estados.

1023. En el período de taifas, Niebla se convierte en un reino independiente que limita al N con la taifa de Badajoz (Banu al-Aftas), al SO con el reino del Algarve, al E con el de Sevilla y al O con la taifa de Silves.

Tay al-Dawla abi l´ Abbas Ahmad ben Yahya al-Yahsubí, de la dinastía de los Banu Ya hya, gobierna en Niebla, Huelva y Gibraleón, en un período de paz y prosperidad que durará hasta su muerte en 1042.

1051. Abbad Ibn Muhammad (al Mutadid), ataca Huelva y Niebla, que pasan a formar parte de la bandería del Reino de Sevilla, la más importante de todas las taifas. El tercer rey de Sevilla, Muhammad ibn Abbad al-Mutamid (1040-1095), fue la figura más interesante de los reinos de taifas. En 1067 hereda el trono de Sevilla de su padre al-Mutadid y en 1069 conquista Córdoba.

1085. Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI, al Mutamid, y los reyes de Badajoz y Zaragoza piden ayuda a los almorávides (almorabetin, “consagrados a Dios”) del N de África.

1090. Al-Andalus se convierte en una provincia almorávide gobernada desde Marrakus. Al Mutamid es derrocado por los almorávides, quienes lo hicieron prisionero y lo llevaron a África para padecer una cruel prisión hasta su muerte en 1095.

1144. En Niebla se produce la revuelta de los miridíes al mando de Abul Qassim ben Qasí, contra el gobernador almorávide de Sevilla, el cual cerca Niebla. Ibn Qasí pide la intervención de los almohades, un grupo de fanáticos que gobernaban en Marruecos y África del N, tras haber derrocado a los almorávides.

1147. Los almorávides son expulsados de Sevilla por el ejército almohade al mando de Barraz, enviado por el rey de Marruecos Abd al-Mumin. Ese mismo año conquistan Niebla.

1154. Niebla se rebela contra los almohades, pero es sometida por Abú Zaqariya tras un largo asedio y una feroz matanza de más de 8.000 habitantes. Una vez conquistada, los almohades procedieron a la reconstrucción de las murallas.

1178. Sancho I de Portugal fracasa en su intento de hacerse con Niebla.

1189. Las tropas portuguesas conquistan Silves.

1212. El 16 de julio las tropas almohades son derrotadas en las Navas de Tolosa. En territorio almohade se suceden las sublevaciones que desembocan en la desaparición del califato almohade y en la aparición de las terceras taifas.

1229. Abu Abdellah Ibn Yusuf ibn Hud Al Yudhami, rey de la taifa de Murcia, inicia un levantamiento contra los almohades y se hace con el poder en Niebla.

1232. La Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén y Rodas toma Moura y Serpa (1232)

1234Musa ibn Mohammad ibn Nassir ibn Mahfuz (también conocido como Su’ayb ibn Muhammad ibn Mahfuz) se hace con el dominio de Niebla y se proclama emir del al-Garb. Conquista el Alentejo, todo el Algarbe y la provincia de Huelva desde Sierra Morena hasta la desembocadura del Guadalquivir. Niebla se convierte en la cabecera de este reino taifa que abarca desde cabo San Vicente hasta el Aljarafe de Sevilla.

1235Fernando III y Álvaro Pérez de Castro atacan Jaén, mientras su tributario el rey Ibn Hud de Sevilla asedia Niebla.

1238-1239. La Orden de Santiago toman Mértola, Alfayat de la Peña, Ayamonte y Tavira. El reino de Niebla ve reducidos sus dominios al territorio comprendido entre el Odiel y el Aljarafe.

1240. Una vez vencidos los almohades se produce un enfrentamiento entre Castilla y Portugal por estos territorios (la denominada Cuestión del Algarve). Castilla los repuebla con gallegos y leoneses. 

1248. Alfonso III de Portugal, hijo de Doña Urraca, sucede en el trono a Sancho II tras su muerte y emprende una serie de conquistas, haciéndose con Faro, Albufeira, Ayamonte, Aroche y Aracena. Estos territorios, así como Niebla, habían sido cedidos por Ibn Mahfuz a Fernando III de Castilla después de que éste conquistara Sevilla. La Cuestión del Algarve, entre Castilla y Portugal, se agrava.

1251. Alfonso III de Portugal firmó una tregua de cuarenta años con Fernando III de Castilla, la cual se romperá a la muerte de este último.

1252. Muerto Fernando III, accede al trono Alfonso X. La toma de Niebla es ya un hecho inexorable, tanto para garantizar el control sobre Sevilla y evitar posibles ataques musulmanes, como sobre todo por su valor estratégico en la pugna territorial con Portugal: “en aquel tiempo los moros tenían Niebla e Tejada e el Algarbe. Et por esto aquella çibdad de Seuilla estaba muy guerreada e non segura et los pobladores della eran muy corridos por los moros muy amenudo e reçevían mucho dannos” (Crónica de Alfonso X. 1344-1350).

1253. Muhammad ibn Mahfuz, sigue siendo el Sahib Labla (Señor de Niebla), último baluarte musulmán en el O de al-Andalus. Pero su poder se debilitó ante la amenaza que supuso el avance de las tropas portuguesas, por lo que se declaró vasallo de Castilla. De esta manera, Alfonso X consiguió legitimidad jurídica en su reclamación de las tierras del Algarve, puesto que habían formado parte del reino de Niebla antes de ser invadidas por los portugueses.

1255. Alfonso III de Portugal continúa su expansión por el occidente del S peninsular, lo que lleva a que Alfonso X de Castilla decida tomar Niebla.

1260. Alfonso X saquea Salé (Marruecos).

1261. Alfonso X convoca cortes en Sevilla para atacar el N de África en lo que se conoce como el “fecho de África”, pero la invasión nunca se llegó a producir. En su lugar, Alfonso X decide acabar con los dominios musulmanes que rinden vasallaje a Castilla (Niebla y Jerez): “este rey Don Alfonso, aviendo voluntad de seruir a Dios faziendo mal e danno a los moros, pensó que era bien de conquerer la tierra que tenían, señaladamente lo que era cerca de aquella çibdat de Seuilla. Et porque esta çibdat tenía muy cercanos al rey de Niebla e de Algarbe que dezían Abén Mafot e otro moro que era sennor de Xerez, que dezían Abén Abit, ouo su consejo e quál destas conquista yría, el falló que era mejor de yr primeramente la villa de Xerez”. (Crónica de Alfonso X. 1344-1350).

1262. Tras nueve meses y medio de asedio en los que, según algunos autores, se empleó por primera vez en Occidente la pólvora con fines bélicos, a finales del mes de febrero Alfonso X conquista Niebla, con lo que desaparece el último reino musulmán del O de Andalucía. Dentro de la política de Alfonso X de disminuir la influencia de las poblaciones mudéjares, sobre todo en zonas rurales, la mayor parte de los habitantes de Niebla fueron expulsados y a la ciudad se le concedió el Fuero Real y pasó a ser cabeza de condado: “aviendo muy gran sabor de poblar bien et de mejorar la villa de Niebla porque es la primera que ganamos después que regnamos, sobre que vinieenos con nuestro cuerpo e hechamos ende los moros y poblámosla de christianos” (Julio González. Repartimiento de Sevilla).

Ibn Mahfuz recibió bienes y rentas y se le concedió la Huerta del Rey en Sevilla. En esta ciudad residió hasta su muerte y este trato único demuestra que no había incumplido sus obligaciones como vasallo y que el único motivo por el que Alfonso X conquistó Niebla fue la Cuestión del Algarve.

1369. Desde este año y hasta 1555 la dinastía de Trastámara gobernara en Castilla. Enrique II entrega el condado de Niebla a la Casa de los Guzmán y comienza  un período de gran desarrollo en el que se construyen varios templos y se establecen órdenes religiosas.

1540. Don Enrique de Guzmán, segundo duque de Medina Sidonia y cuarto conde de Niebla, derribó el alcázar viejo y construyó un gran palacio respetando gran parte del anterior y reconstruyendo la Torre del Homenaje, que fue la segunda torre en altura de toda Andalucía hasta su destrucción en 1755.

Bibliografía:
Roldán Castro, Fátima. La provincia de Huelva en época musulmana.
García Sanjuán, Alejandro. La conquista de Niebla por Alfonso X.

González Jiménez, Manuel. Edición de la Crónica de Alfonso X.

Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna.

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