Distribución
Timon
lepidus lepidus: C, SO y NE de la Península Ibérica, S de
Francia y NO de Italia.
Timon
lepidus iberica: Galicia, N Portugal, O León, NO Zamora y O
de Asturias.
Timon
lepidus nevadensis: S Península Ibérica.
Timon
lepidus oteroi: Isla de Sálvora.
Especie del SO de Europa
asociada a ecosistemas mediterráneos. Se distribuye por la mayor parte de la
Península Ibérica, S de Francia y NO de Italia. Su presencia es muy rara y
localizada en Asturias, Cantabria y Vizcaya. En la Península existen al menos
seis grupos poblacionales bien diferenciados: SE, NO, centro de Portugal, S
Portugal, CO y resto del Península.
En los últimos años se
aprecia un claro descenso de sus poblaciones y la subespecie gallega (T. l. ibérica) se encuentra en una
situación de casi amenazada.
Hábitat
Lugares relativamente
abiertos, áreas de matorral y bosques. Necesita de zonas con claros para poder
calentarse al sol, alimentarse y delimitar su territorio. En las Islas Cíes y en
Sálvora se encuentran las mayores densidades de población, con 208 lagartos/ha
y 136/ha respectivamente (Galán. 2003). Estas islas ofrecen una gran diversidad
de hábitats: zonas de matorral, bosques, muros, roquedos y arenales.
Su rango altitudinal va
desde la costa hasta 2500 m en Sierra Nevada, aunque en el N es raro verlo por
encima de 1750 m. Preferentemente entre los 400-1400 m.
Identificación
Lagarto robusto y grande que
llega a superar los 245 g de peso. Su longitud, de hocico a cloaca, es de hasta
24 cm en el caso de algunos machos. La cabeza es robusta y bien diferenciada
del resto del cuerpo, especialmente la de los machos que es más larga y grande
que la de las hembras. El dorso es convexo y cubierto de escamas mucho menores
que las de la cola y el vientre. Sus extremidades son fuertes y presentan cinco
dedos terminados en fuertes garras. El cuarto dedo de las extremidades
posteriores es mucho más largo que los demás. La cola es anillada.
En la región ventral de los
muslos dispone de unos poros femorales que producen unas secreciones céreas en
la época de celo, mucho más abundantes en el caso de los machos, cuya función
es la de servir de rastros químicos con los que marcan sus territorios.
La coloración varía según la
edad y la zona geográfica y oscila entre el pardo grisáceo sin escamas negras,
el verde amarillento con escamas negras hasta el verde intenso con escamas muy
oscuras. Presentan ocelos dorsales que pueden ser menos nítidos en los
individuos viejos, y en los laterales muestran manchas azules rodeadas de
escamas oscuras. La cabeza es de color pardo oscuro. La zona ventral es
blanquecina y la cola de color pardo.
Los machos tienen cabeza y
píleo mayores que las hembras y muestran dos hemipenes reversibles en los
laterales de la cloaca.
El cuerpo de las hembras es proporcionalmente más largo
que el de los machos.
Los recién nacidos miden 4 cm de hocico a cloaca y su
cola puede alcanzar los 8 cm de largo. Muestran ocelos dorsales muy evidentes y
ocelos azules en los flancos.
Los individuos gallegos son
de menor tamaño que los del resto de la Península Ibérica. La longitud (hocico
a cloaca) de los machos va de 11-19 cm y la de las hembras de 11-16 cm. En la
isla de Sálvora existe una subespecie de mayor tamaño que el resto de los
ocelados gallegos. Su coloración es más oscura y en el dorso suelen mostrar
bandas transversales de ocelos que llegan hasta el borde posterior del píleo. Además
tiene mayor número de dientes y menos especializados que los del S de la
Península, lo que se debe a que su dieta es más diversa.
Alimentación
Carnívoro, se alimenta
preferentemente de invertebrados: escarabajos, hormigas, abejorros, abejas,
avispas, chinches, saltamontes, grillos, alacranes, mariposas. También puede
comer pequeños mamíferos, huevos de aves y ocasionalmente pude comer frutos
carnosos durante el verano. Es de señalar también el canibalismo de ejemplares
jóvenes. Las poblaciones gallegas se alimentan significativamente con babosas y
caracoles.
Conducta
El lagarto ocelado es un
animal diurno que necesita la luz para poder realizar su actividad diaria, para
lo que necesita mantener una temperatura corporal entre 21-34º. Para calentarse
puede adoptar una postura que le permita pegar todo el cuerpo sobre una superficie
cálida, como una roca expuesta al sol.
Es un lagarto bastante
agresivo, especialmente en época de celo, que posee una fuerte mordedura. Cuando
dos machos se encuentran realizan una serie de conductas disuasorias, como
movimientos de la cola y la cabeza. Si ninguno de los dos adopta una postura de
sumisión pasan al ataque, mordiéndose en las bocas hasta que uno de ellos huye,
pero si esto no ocurre pueden llegar a ocasionarse serias lesiones.
Suele cazar preferentemente
de forma activa, recorriendo su territorio en busca de presas, pero también
puede hacerlo al acecho.
Muchos son sus depredadores,
en especial los mamíferos carnívoros, aves rapaces como el águila calzada, el
águila-azor perdicera, el azor común, el águila real, milano real, busardo
ratonero, la culebrera europea o el cernícalo común. También puede ser cazado
por otros reptiles, como la coronela lisa o la culebra bastarda.
Para escapar de sus
depredadores suele correr bastante rápido hasta alcanzar un refugio excavado
por el propio lagarto, aunque puede usar madrigueras de conejos o de otros
animales, agujeros de roquedos o árboles y pedregales. Como otros lagartos,
puede desprenderse de su cola cuando se siente amenazado, la cual queda
retorciéndose mediante movimientos reflejos, lo que distrae a su predador y le
permite escapar. La perdida de la cola es un importante gasto de reservas
energéticas, por lo que no es raro que el lagarto vuelva una vez pasado el
peligro y se la coma.
En el verano es menos fácil
verlo, ya que finalizado el período de celo y también por las altas
temperaturas, suele mostrarse menos, aunque continúe alimentándose ávidamente
para almacenar reservas para el invierno. Las poblaciones gallegas hibernan
hasta bien entrada la primavera, mucho más tarde que las del resto de la
Península.
Reproducción
El período reproductor tiene
lugar en primavera y los machos se afanan en copular con varias hembras. Si la
hembra es receptiva el macho le morderá la cola y luego una pata trasera, y
terminará mordiendo su flanco y adoptando una postura que le permita juntar su
cloaca con la de la hembra. Como las hembras pueden copular con varios machos,
es frecuente que muestren muchas marcas en los flancos.
No todas las hembras se reproducen
cada año. Las que lo hacen cavan una pequeña galería donde realizan una única
puesta anual. Los huevos, blancos y alargados
de 16-27 mm con cáscara blanda, eclosionan
transcurridos 70-95 días. Como las hembras de la subespecie gallega son de
menor tamaño, su puesta también es menor tanto en número como en longitud de
los huevos. El peso relativo de su puesta es del 40% del peso de la hembra, lo
que supone un gran esfuerzo reproductivo.
Los ejemplares de la costa
gallega alcanzan la madurez sexual antes del segundo año, mientras que el resto
de las poblaciones peninsulares lo hacen al tercer año. Si bien los ejemplares
salvajes suelen vivir unos 5 años, en cautividad puede llegar hasta los 14
años. Las hembras presentan una tasa de mortalidad mayor que los machos.
Las fotos de este artículo han sido realizadas por Ana Durán y Javier Torres.
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