La escultura de efebo que se conserva en el Museo de Antequera es la importante de todas las estatuas de bronce halladas en la Península Ibérica y una referencia mundial de este tipo obras de arte de época romana. Su hallazgo se produjo de manera casual en 1955 en la Finca de las Piletas, un cortijo de la Vega de Antequera, cuando un tractor realizaba labores de labranza.
La escultura mide 1,54 m de altura y está realizada en bronce hueco fundido mediante la técnica de la cera perdida. Representa la figura idealizada de un joven desnudo de anatomía y musculatura suave, blanda y delicada. El efebo está erguido y carga todo su peso sobre la pierna derecha, quedando la izquierda ligeramente flexionada. La cabeza presenta un peinado con dos mechones separados con raya al medio y luce una corona de hiedra. Su estado de conservación es muy bueno y sólo le faltan las piedras o masa que formaban los globos oculares, parte del pulgar derecho y los objetos que sostenía en sus manos.
Es posible que la estatua represente a un joven escanciador, en cuya mano derecha podía llevar una copa y en la izquierda tal vez una cinta o una guirnalda. La corona de hiedra, que en la tradición romana se suele relacionar con los poetas y las musas, podría ser una alusión a Dionysos.
La escultura procede de algún taller neoático probablemente establecido en Roma, y su datación es de principios del siglo I d.C.
El efebo es la pieza más destacada del Museo de Antequera y se muestra en exclusiva en una sala, sobre un pedestal y con un ábside pintado en ocre rojo (rojo pompeyano) de fondo.
Bibliografía
Antonio García y Bellido. El melléphebos de bronce de Antequera.
Manuel Romero Pérez. La colección arqueológica en la exposición permanente del MVCA (Museo de la Ciudad de Antequera).
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.

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