Las estatuas sedentes galaicas son una de las manifestaciones más interesantes de la escultura galaico-romana dentro de la llamada “plástica castreña”, aunque para Acuña Castroviejo la define como “plástica romana provincial de Gallaecia”.
Estatua sedente de Pedrafita |
Todas las estatuas sedentes se han encontrado dentro del antiguo Convento Bracarense de la Gallaecia, en contextos arqueológicos muy romanizados pero con fuerte substrato indígena. Destacan por su simetría, frontalidad, hieratismo y por un aspecto general basto, características todas ellas que denotan un conservadurismo formal que busca satisfacer el gusto tradicional de la clientela indígena, por el cual se adapta un modelo escultórico mediterráneo y que se personaliza con ropas y joyas autóctonas. Esta influencia mediterránea en la escultura galaico-romana puede provenir de los contactos comerciales con el sur peninsular, de los primeros momentos de la conquista romana o conformarse en época julio-claudia (27 a.C a 68 d.C), como sostiene Calo Lourido.
Existe coincidencia en que todas las estatuas son coetáneas. Calo Lourido establece su cronología en el siglo I d.C. debido a su similitud con las estatuas de guerreros galaicos y porque los ritos de incineración en Gallaecia comenzaron a principios del siglo II d.C.
La interpretación de las estatuas de figuras sedentes galaicas resulta muy dificultosa debido a que todas ellas han llegado hasta nuestros días desprovistas de cabeza y reutilizadas en ubicaciones distintas a la original.
Las estatuas representan a personajes con un alto estatus y una fuerte carga simbólica, la cual era fácilmente reconocible por su grupo social. Según los autores puede tratarse de jefes, divinidades, figuras que señalaban la presencia de un santuario, retratos oferentes, estatuas funerarias o incluso, en algún caso, urnas para las cenizas, ya que la estatua hallada en el castro de Lanhoso presenta un hueco excavado en la base del asiento.
Un aspecto sometido a amplio debate es el del sexo de los personajes representados. Para Calo Lourido se trata de representaciones masculinas con una funcionalidad funeraria asociada al ritual de la incineración, igual que sucede con las estatuas sedentes procedentes del Mediterráneo. De la misma opinión es González-Ruibal, para quien este tipo de estatuas son representaciones masculinas de deidades locales asociadas a la ideología del poder, como también ocurre con las estatuas de guerreros galaicos. Puesto que la estatua sedente de Braga tiene pene, Rodríguez Colmenero plantea la hipótesis de que las estatuas que portan vasos corresponderían a representaciones masculinas y las demás a femeninas. Sin embargo, para Martins Sarmento y Armando Coelho Ferreira da Silva se trataría de “Maters” o diosas madres asociadas al culto de la fertilidad y al ciclo de la vida y la muerte, como Deméter.
Se supone que al estar asociadas a santuarios y al culto funerario, las estatuas sedentes dejaron de utilizarse cuando fueron sustituidas por las estelas, en las cuales la dedicatoria era individualizada y establecía muy claramente la identidad del difunto.
De entre las escasas estatuas sedentes galaicas que se han encontrado podemos destacar las siguientes:
La estatua sedente de la Citania de Briteiros se encuentra expuesta en el Museu Arqueológico da Sociedade Martins Sarmento y fue hallada por el propio Sarmento el 22 de mayo de 1876 durante las excavaciones que realizaba en la acrópolis de la citania.
Acrópolis de la Citania de Briteiros |
La figura mide casi 50 cm, está esculpida en granito y es muy tosca. La cabeza estaba separada del cuerpo y fue encontrada a unos metros de ésta. Se aprecia la parte superior de la nariz, las órbitas oculares y ambas orejas. Las manos reposan sobre el vientre y en el cuello se aprecia lo que parece ser un torques. Está sentada sobre un elemento imposible de identificar.
Según Sarmento la figura representa a una mujer, puesto sus pechos están bien definidos y no portaba ningún objeto en las manos, por lo que interpreta que se trata de una “Mater” asociada al culto de la fertilidad. Sin embargo, como ya vimos con anterioridad, González-Ruibal considera que esta estatua es una representación masculina de una deidad local. Una explicación alternativa para los supuestos pechos es que en verdad se tratara de adornos de la típica coraza de discos peninsular, de las que se han encontrado algunos restos en bronce en la Citania de Briteiros, lo que respaldaría el carácter guerrero de este tipo de esculturas.
En cuanto su datación, a pesar de que autores como Calo Lourido atribuyen todas estas estatuas a época romana, parece que por su tipología el Sedente de la Citania de Briteiros podría tener una cronología anterior.
La estatua sedente de Roriz fue encontrada en el castro de Roriz, también conocido como Monte do Facho, Castro de Pena Grande o Penha Longa, Eira dos Mouros y Cidade de Canhoanea, en territorio de las freguesias de Santa María de Galegos, Roriz y Oliveira (Barcelos). El castro de Roriz estuvo poblado ininterrumpidamente desde la Edad de Bronce hasta época romana y posteriormente durante la Edad Media. En el monte do Facho, a finales de la década de los 70 del pasado siglo, se descubrió una sauna castreña muy bien conservada y cuya pedra formosa presenta motivos decorativos y asideros labrados.
Sauna del Castro de Monte do Facho |
La estatua sedente de Roriz tiene un aspecto basto y artesanal y una apariencia similar a otras esculturas de la Edad de Hierro del N de Portugal, siendo la única estatua sedente encontrada que conservaba su cabeza unida al cuerpo. Realizada en un bloque de granito de grano fino pulido, sus medidas son 24,5 x 17 x 12 cm. Está esculpida parcialmente de manera rudimentaria en su parte frontal y lateral izquierda y grabada por todas sus caras.
Representa a una persona sentada en un asiento provisto de brazos y respaldo. La cara es ovalada, con ojos redondos, nariz prominente, orejas grandes en las que se distinguen los agujeros de los conductos auditivos, boca en semicírculo y cuello terminado en escote en V.
El brazo izquierdo está apenas esbozado y las piernas no están alineadas con respecto al eje de la cara, sino torcidas hacia la derecha aprovechando los salientes del bloque granítico y terminan en surcos horizontales que parecen representar los pies. Toda la estatua pudo ser retocada con posterioridad a su labra original, resaltando los surcos e incisiones.
En la parte derecha de la estatua están grabados un arco y una flecha y en la parte izquierda una pequeña planta. En la parte posterior aparece un cuadrúpedo con aspecto de cérvido y con sus patas en una posición que sugiere movimiento, el cual pudo haber sido grabado posteriormente o tal vez se reavivaron sus trazos.
Como en otros casos, se plantea la cuestión de si nos hallamos antes una representación masculina o femenina, aunque la presencia del arco y la flecha lleva a un consenso general de que representa a un personaje masculino con una simbología asociada a la iconografía del poder en la sociedad de los brácaros.
La estatua sedente de Braga fue hallada a finales de los años 70 del siglo XX en la freguesia da Cividade, en la ladera SE de la colina de los Maximinos, cuando se realizaban obras para la construcción de una oficina. La estatua está esculpida en una roca de granito fino de dos micas y tiene unas dimensiones de 77 x 43,5 x 40, 5 cm, reposando sobre una base cuadrangular de 50 cm de lado.
La escultura está fracturada en la parte superior y carece de cabeza y cuello, presentando también daños en el lateral izquierdo. La figura humana viste una túnica corta sin mangas aparentes que dejan ver unos brazos musculosos. El derecho está doblado con la mano hacia arriba reposando sobre el pecho y pese a estar fracturado, parece mostrar los vestigios de un adorno en la muñeca. El brazo izquierdo se sitúa por debajo del anterior y se distinguen cuatro dedos que sostienen un vaso sobre el regazo. Las piernas están dobladas en ángulo recto y separadas dejando ver el falo. Los pies están esculpidos de forma tosca y apenas definidos por unas incisiones.
El personaje está sentado en un asiento sin brazos de respaldo cuadrangular con molduras lisas torneadas, separadas por un ancho surco vertical.
Las patas del asiento son cuadrangulares, más gruesas las traseras y con base ancha, y más delgadas las delanteras y terminadas en unos pies de aspecto zoomórfico que recuerdan a los cascos de caballo, animal relacionado con la guerra y la caza.
La estatua sedente de Pedrafita fue encontrada al efectuar unas obras en el cementerio de San Martiño de Pedrafita (A Teixeira. Ourense). Realizada en granito, sus medidas son 64 x 36 x 45 cm y está datada entre el siglo I a.C y el I d.C. Se trata de una figura a la que le falta la cabeza y que está sentada en un trono, sosteniendo un recipiente de libación entre sus manos.
Viste una túnica sin ceñir que le llega por debajo de las rodillas y está adornado con una pulsera ancha en cada muñeca. La figura transmite una sensación cúbica y pesada, con los brazos rígidos y manos toscas en las que se aprecian los dedos, mientras que las piernas son más ligeras y los pies parecen calzados.
El trono es opulento y los laterales están decorados con motivos de dientes de lobo, mientras que el respaldo está ornamentado con un trisquel inscrito en un círculo.
El trisquel es un motivo frecuente en la plástica castreña y aporta valor simbólico al trono, recalcando el carácter divino o el alto linaje de la persona que lo ocupa.
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Bibliografía:
Acuña Castroviejo, Fernando. Aspectos artísticos. O mundo castrexo e romano.
Acuña Castroviejo, Fernando. Escultura de Gallaecia. O mundo castrexo e romano.
Bettencourt, Ana M. S. A estátua sedente de Roriz (Barcelos), no contexto das manifestações simbólicas e rituais da Proto-história do Norte de Portugal. Universidade de Coimbra.
Calo Lourido, Francisco. A cultura castrexa. A Nosa Terra.
Calo Lourido, Francisco. A plástica da cultura castrexa galego-portuguesa. Fundación Pedro Barrié de la Maza.
Calo Lourido, Francisco. Artes clásicas, cultos e ideoloxía na Galicia Castrexa.
Cardozo, Mário. Catálogo do Museu de Martins Sarmento. Secção de Epigrafia Latina e de Escultura Antiga.
Cegarra, Basilio. Guía da arte de Galicia. Editorial Galaxia.
Cruz, Gonçalo. Antúnes, José. Aguiar, Patrícia. Ribeiro, João. Experiências en Arqueología Virtual: a estátua sedente da Citânia de Briteiros. Revista de Guimarães.
González-Ruibal, Alfredo. Galaicos. Poder y Comunidad en el Noroeste de la Península Ibérica (1200 a.C.-50 d.C.). Brigantium.
Rodríguez Colmenero, Antonio. Historia del arte romano en Galicia. Galicia Arte.
Veiga Romero, Ana María. Sedente de Pedrafita. Museo Arqueológico Provincial de Ourense.
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.
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