viernes, 21 de septiembre de 2018

Mámoa I de Alto das Madorras


La Mámoa I forma parte de la Necrópolis Megalítica del Alto das Madorras, de la que actualmente tan sólo se conservan ocho monumentos. Se encuentra en la región de Trás-Os-Montes, a 845 m de altitud en un planalto de la freguesía de San Lourenço de Ribapinhão, ayuntamiento de Sabrosa, distrito de Vila Real (41º 18’ 01’’ N 07º 26’ 29’’ O)

Se trata de un dolmen de corredor con cámara diferenciada de planta poligonal. El corredor está orientado al ESE, consta de tres losas a cada lado y tiene una longitud de 2,60 m. 


La entrada del corredor tiene una anchura de 1,30 m y una altura de 1,40 m y el acceso a la cámara mide 1,70 m de ancho y 1,80 m de altura.


La cámara está formada por 10 losas, de las cuales la que forma la cabecera sobresale cerca de 4 m del suelo, donde está profundamente enterrada. Su planta es poligonal ligeramente alargada, con unas dimensiones de 4,60 m X 4,40 m y una altura de 3,5 m. 


El dolmen disponía de una coraza de al menos 6 m de longitud en la zona de la cámara y de 4 m en la del corredor. Todas esta estructura estaba a su vez cubierta de tierra, formando un túmulo de planta ovalada de 22 m de longitud en sentido N-S y 3 m de altura.


Al menos una de las losas de la cabecera estaba decorada con pinturas y grabados con motivos esquemáticos.  

Grabados y pinturas de la cabecera de la cámara. Adaptación del dibujo de Cruz & Gonçalves.


La Mámoa I de Madorras está datada en el 4000 a.C aunque habría sido reutilizada durante el Calcolítico y la Edad de Bronce. El megalito fue clausurado mediante la inhabilitación del acceso a través del corredor, utilizando para ello una laja de granito de poco escaso grosor. Esta práctica fue un fenómeno muy habitual en el Valle del Douro durante la primera mitad del III milenio a.C y a menudo el sellado del monumento se acompañaba de un ritual en el que se rompían in situ y de manera intencionada varios recipientes cerámicos. 

El dolmen no fue utilizado durante un período de 500 años hasta la segunda mitad del tercer milenio a.C en la que se colocaron en su interior un vaso campaniforme y otros vasos tronco-cónicos, tal vez durante la realización de algún rito funerario. De todos modos, el acceso al interior del dolmen no se realizó a través del corredor sino mediante intrusiones directamente a la cámara (Gonçalves e Cruz.1994).

Otros restos hallados en las excavaciones realizadas en Madorras I fueron diversos microlitos y láminas de sílex, cuentas de collar de xisto e ídolos.


Bibliografía:

J.A. López Sáez, Domingos J. Cruz & António A.H.B. Gonçalves. A Mamoa 1 de Madorras (Sabrosa, Vila Real, Portugal): análises polínicas e dataçoes de Carbono 14.

Gonçalves, A. H. B. e Cruz, D. J. (1994)- Resultados dos trabalhos de escavação da mamoa 1 de Madorras (S. Lourenço de Ribapinhão, Sabrosa, Portugal).


María de Jesús Sanches. Arte dos dólmenes do NO da Península Ibérica: uma revisão analítica.


María de Jesús Sanches, Susana Andreia Nunes. Monumentos em pedra numa região de Trás-Os-Montes- Noreste de Portugal.


Cristina Tejedor Rodríguez. Reconstruyendo ”biografías megalíticas”: algunos ejemplos de alteraciones estructurales en monumentos megalíticos del  Valle del Duero/Douro.

Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.

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