Distribución
El ciervo volador (Lucanus cervus) es el mayor escarabajo de Europa y está presente en los bosques de fronda de casi todo el continente. En la Península Ibérica mantiene poblaciones bastante numerosas en el norte, Sierra de Gredos y Sierra del Guadarrama.
Identificación
Su
cuerpo es alargado, de color negro o pardo rojizo, la cabeza y las antenas son
negras y los élitros pardo rojizos en los machos y negros en las hembras. Presentan
un gran dimorfismo sexual y también existen grandes diferencias de tamaño entre
individuos del mismo sexo. Los machos miden de 3,5 a 8 cm incluyendo su gran
mandíbula superior de color pardo rojizo que se asemeja a la cornamenta de un ciervo.
Este enorme desarrollo de su mandíbula les impide utilizarla para alimentarse,
por lo que deben buscar grietas abiertas en los árboles por donde fluya la
savia, empleando su labio inferior para succionarla.
Las hembras son considerablemente menores (2,5-5 cm) y poseen una fuerte mandíbula inferior que les permite morder la corteza de los árboles y llegar hasta la nutritiva savia.
Las hembras son considerablemente menores (2,5-5 cm) y poseen una fuerte mandíbula inferior que les permite morder la corteza de los árboles y llegar hasta la nutritiva savia.
Alimentación
Se alimentan de savia de varios árboles de fronda, sobre todo robles y de
jugos de frutas. En las fotos que aparecen abajo, realizadas por Xurxo Iglesias
en su casa de turismo rural en O Budiño (Serraseca-Viladesuso. Oia), podemos ver a varios individuos que durante
los meses de julio y agosto acuden a la finca para
alimentarse con el jugo de las naranjas que caen al suelo.
Reproducción
Las hembras ponen unos 20 huevos de 3 mm en grietas de la corteza de árboles muertos o en la tierra junto a las raíces. Los huevos eclosionan en 2-4 semanas y la vida larvaria puede durar varios años (de 3 a 5) ya que su desarrollo es muy lento debido a que la madera podrida de la que se alimentan es muy poco nutritiva, y también por el gran tamaño que deben alcanzar de adultos. Otros factores como la abundancia de alimento y la temperatura influyen en la duración del desarrollo larvario. En años de escasez de alimentos pueden aparecer machos que no han desarrollado su cornamenta.
Las larvas se introducen en los troncos y también se pueden alimentar de la madera que se pudre sobre el suelo, procesando la celulosa gracias a unas bacterias que residen en su intestino. Los árboles de los que se alimenta son robles, castaños, alisos, fresnos, álamos y sauces que llevan muertos entre 1 a 10 años, por lo que no se pueden considerar como una plaga.
Tras completar todas las mudas, la larva construye una “cuna pupal” en el tronco empleando trozos de madera, tierra y otros materiales que pega con saliva. Estas cámaras son mayores en el caso de los machos, pudiendo alcanzar el tamaño de un puño. Durante el otoño tiene lugar la metamorfosis y salen los adultos, que permanecerán ocultos durante el invierno hasta que llegue la primavera.
Conducta
Los ciervos voladores son principalmente de hábitos crepusculares o nocturnos pero también pueden ser vistos de día. Son buenos voladores y los machos recorren sus territorios utilizando su olfato para localizar las hembras en los lugares en los que suelen alimentarse. En estos lugares tiene lugar las luchas entre machos que emplean sus grandes mandíbulas para voltear a sus rivales.
Las fotos de este artículo han sido realizadas por Ana Durán y Javier Torres.
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