En este artículo haré un breve repaso a la piratería de los siglos
XVII, XVIIl y XIX, describiendo el proceso que llevó a la aparición de este
fenómeno social. Como no, veremos una breve semblanza de sus más famosos
representantes, entre ellos el pirata gallego Benito Soto.
La piratería de los siglos XVII y XVIIl surge con la proliferación
en Europa de marginados sociales, personas que vivían en condiciones
paupérrimas y que en muchos casos se veían abocados a la delincuencia.
Todo ello coincidía en el tiempo con el tráfico hacia España de enormes cantidades de riquezas de todo tipo procedentes del Nuevo Continente. Varios países europeos, principalmente Francia, Holanda y sobre todo Inglaterra, cuya reina era conocida en España como “Isabel madre de piratas”, y también compañías comerciales, no dudaron en utilizar a corsarios y piratas para obtener su parte del botín arrebatándoselo a los españoles.
Howard Pyle
Todo ello coincidía en el tiempo con el tráfico hacia España de enormes cantidades de riquezas de todo tipo procedentes del Nuevo Continente. Varios países europeos, principalmente Francia, Holanda y sobre todo Inglaterra, cuya reina era conocida en España como “Isabel madre de piratas”, y también compañías comerciales, no dudaron en utilizar a corsarios y piratas para obtener su parte del botín arrebatándoselo a los españoles.
Así, los desheredados de Europa, los perseguidos por el
puritanismo luterano, aventureros y personas que ansiaban la libertad, se
enrolaron en las tripulaciones que partían hacia América en busca de oro y
riqueza. A su favor estaba la debilidad de las flotas y fortificaciones
españolas de ultramar, incapaces de garantizar la seguridad de barcos y
ciudades con muy pocos hombres para un espacio geográfico de tan enormes
dimensiones.
Los primeros piratas del Caribe fueron los franceses, apoyados por
el cardenal Richeliu. Los bucaneros de la isla Tortuga atacaban las naves
españolas que navegaban por las aguas de Santo Domingo, Antigua, Monserrat, San
Bartolomé, Guadalupe y Martinica. Pronto comenzaron a llegar a la isla
Tortuga delincuentes, expresidiarios, desterrados, galeotes, prostitutas, personas
consideradas como despojos sociales que procedían de toda Europa.
En 1620, los piratas expulsados de la isla de La
Española (Santo Domingo) se unieron formando la "Cofradía de los Hermanos de la Costa". Esta hermandad de
delincuentes establecerá libremente y de mutuo acuerdo las leyes de su nueva
sociedad, al margen del mundo y escapando de la influencia de los dos grandes
imperios de la época: España e Inglaterra.
En esta nueva sociedad no hay más ley que la que todos estén
dispuestos a aceptar, no hay patria, no hay moral, no hay religión. Es la
democracia de los execrados que conformaron un nuevo código más justo que el de
la corrupta sociedad conformada por aristócratas, burgueses y clérigos.
Su afán de venganza (“Revenge” es el nombre del barco del pirata Barbanegra) les llevó a erigir un nuevo orden, con aspectos casi demoníacos, pero también basado en ideales utópicos y libertarios.
Howard Pyle
Su afán de venganza (“Revenge” es el nombre del barco del pirata Barbanegra) les llevó a erigir un nuevo orden, con aspectos casi demoníacos, pero también basado en ideales utópicos y libertarios.
Algunas de sus reglas son realmente monstruosas, paridas por
mentes enfermas por su crueldad y sadismo.
Otras parecen el origen de las que luego aparecerán en la "declaración de derechos humanos". Todas ellas han sido votadas democráticamente y aceptadas por los miembros de la Hermandad.
Howard Pyle
Otras parecen el origen de las que luego aparecerán en la "declaración de derechos humanos". Todas ellas han sido votadas democráticamente y aceptadas por los miembros de la Hermandad.
¿Cuáles son estas normas? Citaré algunas:
- Todos los Hermanos son
iguales entre si.
- Cada pirata es
libre para abandonar la Hermandad cuando lo decida.
- No habrá diferencias de
raza, patria o religión entre los miembros de la Cofradía.
Mientras tanto en el continente europeo se suceden las persecuciones religiosas
que terminan con matanzas y miles de personas quemadas en hogueras, tanto
católicas como protestantes.
- La libertad individual es
el bien máximo. Nadie, ni siquiera la propia Hermandad puede
inmiscuirse en la vida de cada uno de sus miembros y por ello cada uno es libre
de resolver a su manera sus cuestiones personales.
- Queda abolida la propiedad
individual de la tierra en las islas que habitaban.
- Para evitar peleas no se admitirán mujeres blancas. En Tortuga y Manaos (las
“capitales” de la Hermandad) sólo vivirán mujeres negras que habían sido
esclavas y posteriormente liberadas por los piratas cuando asaltaban barcos
negreros o plantaciones que empleaban mano de obra forzada.
En contra de lo que aparece en libros y películas, los piratas no tenían tesoros que enterrar. No vivían tanto tiempo como para tener ahorros y además su dinero sólo podían gastarlo en Isla Tortuga o en Manaos, donde dilapidaban su botín en ron y mujeres antes de emprender una nueva expedición.
En contra de lo que aparece en libros y películas, los piratas no tenían tesoros que enterrar. No vivían tanto tiempo como para tener ahorros y además su dinero sólo podían gastarlo en Isla Tortuga o en Manaos, donde dilapidaban su botín en ron y mujeres antes de emprender una nueva expedición.
- Nadie era embarcado a la
fuerza, pero si aceptaba enrolarse debía obedecer las órdenes que recibía o
en caso contrario sería ejecutado o abandonado en alguna remota isla desierta.
- Antes de entrar en combate
cada pirata debía nombrar como heredero a otro camarada, para el caso de
que falleciera en la lucha.
- Antes de zarpar la
marinería elegía democráticamente al capitán y a un "cabo de
marineros", cuya misión era representar y defender a la tripulación ante
cualquier discrepancia que pudiera surgir.
Una vez elegidos, el capitán y la tripulación establecían de común acuerdo el llamado "contrato de caza", por el cual se estipulaba quién estaba al mando y como se iba a repartir el botín. El capitán y el cabo de marinería se llevaban una parte y media del botín y el resto de la tripulación una parte. Capitán, cabo y marinería comían el mismo rancho al no existir diferencias de clase.
Howard Pyle
Una vez elegidos, el capitán y la tripulación establecían de común acuerdo el llamado "contrato de caza", por el cual se estipulaba quién estaba al mando y como se iba a repartir el botín. El capitán y el cabo de marinería se llevaban una parte y media del botín y el resto de la tripulación una parte. Capitán, cabo y marinería comían el mismo rancho al no existir diferencias de clase.
- Si el capitán fallecía,
caía preso o se mostraba incapaz, era sustituido por un consejo emanado de la
asamblea general. Se fijaban premios para el primero que avistaba una presa o
el primero en pisar el barco abordado (posibilidad de elegir una pieza del
botín).
- Se crea lo que podríamos llamar la primera
seguridad social estableciéndose un "baremo de indemnizaciones", por la pérdida de un dedo, de un brazo,
pierna u ojo. Una parte del botín se separaba para destinarlo a engrosar
el fondo común que cubría las
necesidades de los camaradas heridos, mutilados y jubilados, y que era administrado
por el contramaestre.
Así se organizaba la "Cofradía de los Hermanos de
la Costa", una especie de anarquismo moderno cuya bandera era "Jolly Roger"
("Jolly" es la transcripción fonética de "Holly", sagrado).
Allí donde ondeaba la enseña pirata las leyes de la sociedad europea carecían
de todo valor.
Hasta aquí todo parece perfecto, hasta casi idílico. Pero los
protagonistas de esta historia presentaban personalidades que en la mayor parte de los casos podríamos calificar como psicopáticas.
Veamos a continuación quienes eran estos “ángeles negros de la utopía”
Uno de ellos era Jack Rackham, más conocido como Calico
Jack o Jack el Calicó, capitán pirata que pasó a la
historia por contar entre su tripulación con dos de las más famosas mujeres
piratas: Anne Bonny y Mary Read.
Antes de ser pirata, John Rackman fué contramaestre de un barco de
guerra inglés llamado "The Neptune", bajo el mando del Capitán Charles
Vane. Cuando Vane rehusó perseguir un bajel francés en batalla, la tripulación
se amotinó y proclamó a Rackham como su capitán. Al amotinarse se convirtieron
en desertores ante la corona británica por lo que se unieron a la Hermandad.
Posteriormente fue perdonado por su majestad y en una escala en el refugio
pirata de New Providence conoció a una mujer casada llamada Anne Bonny, de la
cual se enamoró. En aquella época el adulterio era un delito y podía ser
castigado, por lo que ambos tuvieron que
huir formando una tripulación y robando. Para evitar la prohibición
de que hubiera mujeres a bordo, Anne se vistió con ropas de hombre y adoptó el
nombre de Adam Bonny. Al final, Calico
Jack y su tripulación fueron capturados, acusados de piratería,
juzgados en San Juán de la Vega (Jamaica) el 16 de noviembre de 1720 y
colgados al día siguiente.
Quizás el capitán pirata más famoso fue Edward Teach (alias Barbanegra),
nacido en 1680 en Bristol (Inglaterra).
Su barco “Revenge” es sin duda el bajel pirata más conocido. Se le suele representar como un gigante que medía más de metro noventa, que pesaba más ciento veinte kilos y que iba armado siempre con varias espadas, cuchillos y ocho pistolas bien cebadas y colocadas en sendas cartucheras cruzadas sobre su pecho. Otras historias dicen que solía ponerse mechas de cañón encendidas en su negra y espesa barba, que sus ropajes estaban cubiertos de sangre y grasa y que bebía una mezcla de ron y pólvora. Se casó catorce veces, ya que los piratas no aceptaban ninguna ley, incluidas las que prohibían la poligamia.
Edward Teach
Su barco “Revenge” es sin duda el bajel pirata más conocido. Se le suele representar como un gigante que medía más de metro noventa, que pesaba más ciento veinte kilos y que iba armado siempre con varias espadas, cuchillos y ocho pistolas bien cebadas y colocadas en sendas cartucheras cruzadas sobre su pecho. Otras historias dicen que solía ponerse mechas de cañón encendidas en su negra y espesa barba, que sus ropajes estaban cubiertos de sangre y grasa y que bebía una mezcla de ron y pólvora. Se casó catorce veces, ya que los piratas no aceptaban ninguna ley, incluidas las que prohibían la poligamia.
Barbanegra estableció
varios refugios pero su base por excelencia fue la isla de New Providence,
donde se autoproclamó Gobernador de la
República de los Corsarios. Sobrevivió a base de dar grandes riquezas a los
gobernadores ingleses y creó una liturgia de la destrucción que facilitaba la
rendición de sus presas. Como el mismo decía: “Vamos, fabriquemos
nuestro propio infierno y veamos cuánto tiempo lo podemos soportar”.
Murió decapitado el 22 de noviembre de 1718 y su cabeza fue
exhibida públicamente por el imperio británico a modo de escarmiento y para
amedrentar a aquellos que se atrevieran a enfrentarse a su poder.
Henry Morgan, nacido en Llanrhymni, Gales (¿1635?), era
hijo de un terrateniente pero de niño fué secuestrado y llevado a Barbados
donde lo vendieron como esclavo.
Cuando en 1654 la flota enviada por Lord Cromwell atracó en Barbados para apoderarse de los territorios españoles, reclutaron cientos de hombres, uno de ellos Henry Morgan. Tras años de diversas peripecias y avatares, en 1666 llegó a capitanear su propia nave y se convirtió en un defensor de Port Royal.
Henry Morgan
Cuando en 1654 la flota enviada por Lord Cromwell atracó en Barbados para apoderarse de los territorios españoles, reclutaron cientos de hombres, uno de ellos Henry Morgan. Tras años de diversas peripecias y avatares, en 1666 llegó a capitanear su propia nave y se convirtió en un defensor de Port Royal.
¿Cuáles fueron las atrocidades perpetradas por este pirata? Podemos
destacar que solía hacer que sus víctimas pasearan por la tabla y para que
confesaran donde escondía sus riquezas, las ataba, les metía un embudo en la
boca y les introducía litros de agua. Si esto no era suficiente, aplicaba
tenazas al rojo vivo sobre el cuerpo del prisionero o le cortaba lentamente las
extremidades.
Morgan traicionó la causa pirata e imploró perdón a la corona. Se
lo concedieron y el cruel pirata acabó convertido en el gobernador de
Jamaica con la misión de perseguir a sus antiguos compañeros.
Bartholomew Roberts, (John Robert 1682-1722) nacido
en Gales, era un bucanero inglés que interceptaba los barcos españoles en el
Caribe. Fue compañero de Henry Morgan en Porto Bello en 1679.
Comenzó su carrera de pirata a los treinta y siete años, cuando era
tripulante del barco negrero Princess of London, el cual fue abordado en la
costa de África occidental por el capitán pirata Howell Davis. En poco
tiempo ya era el segundo de Davis y ocupó su lugar cuando este murió en el asalto a
un fuerte en la Isla del Príncipe. Bartholomew vengó la muerte de Davis
atracando de noche en la isla para saquearla y asesinar a gran número de sus
habitantes.
Durante los cuatro años que se dedicó a la piratería llegó a
capturar cuatrocientas cincuenta y seis embarcaciones, lo que le convierte en
uno de los piratas más importantes pese a no gozar del renombre de otros. El
gobernador de la isla Martinica puso precio a su cabeza. Bartholomew desembarcó
en Martinica, capturó al gobernador, lo llevó hasta su barco, el Royal Fortune, y lo colgó del mástil.
Se describe a Bartholomew como un hombre que siempre iba bien
vestido, de excelentes modales y abstemio. En su barco se impartía misa todos
los domingos y llegó a tener músicos contratados ya que eran un melómano. Se
cuenta que en una ocasión hizo prisionera a toda una orquesta que viajaba en un
barco y los mantuvo como rehenes obligándoles a tocar para él todo su
repertorio de Handel. Tan exquisito gusto no le impedía ser un cruel asesino
que mataba despiadadamente a sus víctimas.
En sus dos barcos se seguía el código instaurado por él y que
imponía unas normas de obligado cumplimiento: Todos los hombres de su
tripulación tenían derecho a voto para decidir cualquier asunto que les
concerniera. El reparto del botín se hacía por orden según la lista de nombres.
Si alguien robaba a otro compañero se le cortaban las orejas o la nariz y se le
desembarcaba en tierra. El capitán y su segundo recibían dos partes del botín;
el maestre, contramaestre y cañonero una parte y media y el resto de los
oficiales una parte y un cuarto. Existía la obligación de mantener las armas
limpias y preparadas y la deserción era castigada con la muerte o el abandono
en el mar. Quedaban prohibidos los juegos o apuestas por dinero así como las
peleas a bordo y ningún hombre podía abandonar la vida de pirata sin antes
pagar mil libras.
Bartholomew murió en Febrero de 1722 en la costa de Gabón, a la
edad de cuarenta años, cuando escapaba de un barco de la marina real inglesa,
el HMS Smallow. Había ordenado a sus hombres que si moría en combate su cuerpo
debía ser arrojado al mar y así lo hicieron.
François L'Ollonois (Jean-David Nau) era de Sables d'Ollone,
Francia.
Fué el pirata más cruel que jamás haya surcado los mares. Los
horrores por él perpetrados son incontables y atroces: decapito a setenta
españoles con su espada y envió sus cabezas al gobernador en "Nombre de Dios". Entre las muchas
atrocidades del L´Ollonois, se cuenta que arrancó el corazón a un prisionero y,
aún palpitante, se lo hizo comer a otro cautivo. En otras ocasiones, tras arrancar el corazón de su víctima, lo mordía y masticaba y
después se lo escupía a la cara. Otra de sus torturas consistía en sacar los
ojos de las órbitas a algún desgraciado prisionero y cocerlos mientras aún
permanecían unidos a la pobre vícitma. Su final fue igualmente brutal. En 1667 fue
capturado por los indios que habitaban las costas de Darien. Lo despedazaron,
lo asaron y se lo comieron.
Roche Brasiliano era un terrible pirata de
origen holandés nacido e Groninga y que de muy niño se trasladó con sus padres
a Brasil.
Fue pirata en Bahía y bucanero en Jamaica, donde obtuvo su apelativo de "roca brasileña". En poco tiempo llegó a ser capitán de un barco con el que se dedicaría a atacar los buques españoles desde su base de Port Royale.
Fue pirata en Bahía y bucanero en Jamaica, donde obtuvo su apelativo de "roca brasileña". En poco tiempo llegó a ser capitán de un barco con el que se dedicaría a atacar los buques españoles desde su base de Port Royale.
Se cuenta que Brasiliano amenazaba con disparar a
cualquiera que no bebiese con él, llegando incluso a quemar vivas a sus
víctimas. Este cruel pirata fue apresado por los españoles y llevado a
Campeche para ser juzgado por los múltiples crímenes que había cometido. El
gobernador lo condenó a muerte pero Roche falsificó una carta del
Gobernador General de Nueva España en la que se ordenaba que no fuera ejecutado. Fue deportado
a España, pero una vez aquí volvió al Caribe para continuar con sus fechorías.
Le compró un barco a François L'Ollonois y retomó sus asaltos a barcos españoles. Más
tarde navegó junto a Morgan hasta que se dejó de saber de él, ignorándose cuál
fue su destino.
La sueca Alvida "la terrible" se hizo
pirata para huir de un matrimonio concertado con un príncipe danés y llegó a
ser una de las mujeres piratas más famosas.
Jean Laffite (Jean Affite) era un
contrabandista, corsario y negrero natural de Bayona (Francia). Hijo de padre
francés y madre sefardita, se crió en la fé hebrea y se casó con Christiana
Levine, de una familia judía danesa.
Lafitte creó el llamado "Reino
de Barataria" en las ciénagas cercanas a Nueva Orleáns, desde donde
organizaba sus operaciones de contrabando y patente de corso en las costas del
Golfo, junto con su hermano Pierre Laffite. En 1814 fueron confiscadas sus posesiones
en Barataria por el gobernador William C. Claiborne. No se produjo lucha
ya que Laffite se negó a combatir para no enfrentar fuerzas estadounidenses.
Laffite intervino de manera decisiva por su apoyo marítimo en la
Batalla de Nueva Orleans, que decidió la guerra de 1812 y en la que luchó junto
a Andrew Jackson. En 1815, cuando los británicos intentaron invadir Nueva
Orleans, Laffite puso a disposición de Jackson más de mil hombres, armas y
municiones y su flota defendió el sitio desde la costa. Pese a su contribución
a la victoria americana, Laffite no fue indultado por sus actividades ilegales
ni le devolvieron sus tierras en Barataria.
Posteriormente se trasladó a Texas para apoyar la revolución
independentista en contra de los mexicanos. En 1817 se apoderó de la isla de
Galveston, en manos del pirata francés Louis-Michel Aury y comenzó nuevamente
sus actividades corsarias. Fue perseguido por el gobierno de Estados Unidos a
causa del ataque al barco mercante Alabama y tuvo que abandonar Galveston,
llevando gran cantidad de riquezas a bordo de su buque insignia "The Pride" (El
Orgullo). Este pirata idealista, murió en algún lugar del golfo de México entre
1822 y 1826.
Samuel Bellamy, pirata conocido como Black Sam ó la
hiena, comenzó su andadura junto a la tripulación de Benjamín Hornigold en
el barco Mary Ann en 1716. El capitán fue depuesto por su propia tripulación
pues sólo estaba dispuesto a capturar naves francesas y españolas, mientras que
sus hombres deseaban atacar cualquier nave de la bandera que fuese. Por ello,
nombraron a Bellamy como su capitán.
Bellamy capturó el barco llamado la Sultana y traspasó el Mary Ann
a su amigo Williams. Comenzó así una vertiginosa carrera como pirata, en la que
capturó más de cincuenta naves antes de cumplir los veintinueve años.
Bellamy se sometía a las leyes de la piratería. Así su mando era
electivo y sus hombres aceptaban libremente estar a sus órdenes, pactando el
reparto del botín así como las indemnizaciones que habían de percibir en caso
de ser heridos o mutilados (el que perdiera una parte de brazo o pierna en un
combate recibía 400 piezas de a ocho y si perdía el miembro entero, 800 piezas).
Bellamy ha pasado a la historia por la elocuencia de sus
discursos. Es célebre aquel que dirigió a la tripulación de galeotes ingleses,
una vez capturada su nave, proponiéndoles que se unieran a él:
“Que el diablo te lleve, especie de marioneta rampante que aceptas
ser gobernado por los ricos. Que se vayan todos al infierno y vosotros que les
servís, inútiles cobardes, como gallinas. Esos crápulas nos condenan cuando lo
único que nos distingue es que ellos roban a los pobres amparándose en sus
leyes y nosotros saqueamos a los ricos armados únicamente con nuestra
valentía. ¿No harías mejor uniéndote a nosotros que seguir lamiendo el
culo a esos desgraciados para tener trabajo?”
François Mission fue un pirata iluminado, un
mesiánico cristiano que pretendía construir una utopía en la que el hombre
volviera al paraíso del que fue expulsado y recobrara así la inocencia perdida.
A principios del siglo XVIII, conoció a Piero Caraccioli,
un extremista religioso que mantenía que la "Creación" había
fracasado y que había que rehacerla, lo que le llevó a abandonar el clero. Se
unió a Missión, se hicieron con el buque "Victoire" y alistaron
una tripulación prometiéndoles que serían ciudadanos libres en un nuevo orden,
sin reyes, en libertad e igualdad. Rebautizaron al "Victoire" y
lo llamaron "La República del Mar".
Capturaron esclavos negros y los hicieron ciudadanos de la
República pirata de Libertaria, en Madagascar. "Nos dedicaremos a esparcir la libertad y el amor a la libertad, la
tolerancia y el amor a la humanidad de cualquier fe y de cualquier color".
En un abordaje se hicieron con una imprenta y enseñaron un nuevo idioma,
preludio del Esperanto.
Caraccioli y Mission prohibieron la bebida y la blasfemia a bordo.
Pero la carne es débil y si bien en principio aceptaron la castidad, tras
abordar un barco que trasladaba cien mujeres a La Meca, adoptaron la poligamia.
Dirigida por Caraccioli (italiano), Mission (francés) y Thomas Tew
(norteamericano), la República libertaria prosperó durante unos años, hasta que
los indígenas la asaltaron e incendiaron.
Para finalizar, voy a describir brevemente la historia del único
pirata gallego conocido. De nombre Benito Soto, nacido el 22 de
marzo de 1805 en el barrio pontevedrés de A Moureira.
Soto comenzó, como tantos gallegos, de contrabandista en nuestras costas y acabó siendo un pirata violento y sanguinario que operó durante un breve período de tiempo (apenas cinco meses) en las costas del golfo de Guinea.
Benito Soto
Soto comenzó, como tantos gallegos, de contrabandista en nuestras costas y acabó siendo un pirata violento y sanguinario que operó durante un breve período de tiempo (apenas cinco meses) en las costas del golfo de Guinea.
Embarcó rumbo a Cuba y no sabemos nada de él hasta que el 22 de
noviembre de 1827 se embarca en Río de Janeiro como segundo contramaestre
del "Defensor de Pedro", un bergantín negrero con patente de
corso del emperador de Brasil. El capitán era Pedro Maris de Sousa Sarmento y
la tripulación la formaban treinta y seis hombres, españoles, brasileños,
portugueses y franceses. Tras cruzar el atlántico, el Defensor de Pedro llegó el 3 de enero de 1828 a las costas de Ghana y comenzó a llenar sus bodegas con
esclavos.
Mientras el capitán y sus hombres de confianza abandonan el barco,
Benito Soto de 23 años de edad, encabezó un motín dejando en tierra al capitán. El 26 de enero se dirigió hacia el sur en busca de navíos que apresar. Su segundo
era Victor de Sain-Cyr y el capitán de presa era José dos Santos. Al poco de
hacerse con el mando, Benito Soto se enfrentó varias veces con un miembro de
su tripulación llamado Miguel Ferreira, natural de Ferrol, al que acabó pegando un tiro en la cabeza y arrojándolo al mar.
El 19 de febrero de 1828 atacó al mercante británico "Morning
Star", procedente de Ceilán con rumbo a Londres. Asesinó a casi todos los
ocupantes pero dejó con vida a algunos que al final testificarían contra él en
el juicio en el que sería condenado a muerte.
Tras este saqueo cambió de rumbo y se dirigió al norte, hacia las
Azores. Su segundo abordaje fue el de la fragata norteamericana "Topacio",
proveniente de Calcuta. Pasó por las armas a veintidós tripulantes e incendió
la nave tras despojarla de su cargamento, el mayor botín que iba a obtener
(joyas, piedras preciosas, sedas y monedas).
Después se dirigió hacia Cabo Verde y abordó a otro bergantín
inglés y ocho días después, cerca de las Canarias, atacó a la fragata
inglesa "Sumbury" y asesinó a su tripulación. Nuevamente cambió
el rumbo hacia las Azores y abordó dos buques portugueses y a otro
bergantín inglés. La brutalidad de estos asaltos fue tremenda y tras asesinar a tres tripulantes llegó a A Coruña para
vender la mercancía fruto de sus pillajes.
Una vez realizadas las transacciones
volvió a su barco, rebautizado como “Burla Negra” y puso rumbo hacia Cádiz, pero su timonel confundió la Punta
Tarifa con la Isla de León y embarrancó el navío. Diez miembros de la
tripulación fueron capturados, juzgados y ahorcados en Cádiz el 12 y 13 de enero de
1830 y sus cabezas se exhibieron públicamente. Por su parte Benito de Soto
huyó a Gibraltar donde fué apresado y posteriormente juzgado por la muerte de setenta
y cinco personas y el saqueo de diez embarcaciones. El 25 de enero de 1830
Benito Soto murió en la horca.
Me parece interesante volver a mirar la historia para destapar las verdades sobre los mitos de nuestro mundo y darnos cuenta que no inventamos la pólvora, y que en algún momento de la historia otros nos estudiarán y destaparán las mentiras que nos han colado a nosotros.
ResponderEliminarBuen trabajo amigo, estaré atento al blog.
Un saludo.
Hola Santi. La piratería ha sido un tema de gran éxito en el cine y la literatura, pero pocas veces se ha planteado de manera serie cuáles fueron sus orígenes y evolución.La verdad es que el trato que dispensaba la armada inglesa a los penados obligados a servir en sus buques era totalmente inhumano, por lo que no es de extrañar que las tripulaciones de su británica majestad esperaran con verdadera ansia que en el horizonte apareciera algún barco enarbolando la bandera negra con la calavera y las dos tibias. Sabían que si eso pasaba podrían al fin liberarse de su cautiverio y alistarse como piratas para liberar a otros hermanos galeotes.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado el artículo. Fuerte abrazo.
Muy buenooo.....! Benito Soto y su barco la Burla Negra. El otro día comí al lado de su casa (con eso te lo digo tod).
ResponderEliminarBuenas noches amigo.
ResponderEliminarMuy interesante y gran trabajo.
Siempre pensando en los piratas como gente que venia de lejos y teníamos un paisano tuyo haciendo de las suyas, cargándose a quien se le ponía por delante aunque fuera de aquí....
Un abrazo
A verdade non sabía nada disto, extraordinario artigo, comparto e divulgo.
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