En
la parroquia de Santa María de Tourón, perteneciente al Concello de
Pontecaldelas, se encuentra un área arqueológica compuesta por cinco estaciones en las que
podemos observar algunos de los petroglifos más interesantes del arte rupestre
gallego, datados entre el tercer y
segundo milenio a.C.
Los
petroglifos de Tourón se encuentra en una zona de una extensión aproximada de
15 Ha, situada al pié de unas elevaciones montañosas. Las representaciones que
podemos contemplar incluyen combinaciones circulares, cérvidos, caballos,
antropomorfos y escenas de equitación. Los cérvidos son
un tema recurrente en el arte rupestre gallego, asociado al repertorio
funerario megalítico como símbolo de una caza ritual. Para representar el
movimiento de estos animales, el autor de estos motivos emplea una técnica consistente
en la disposición de sus patas en arco.
A
continuación paso a describir brevemente cada una de estas estaciones:
Coto das Sombriñas: Representaciones de cérvidos y un antropomorfo con dos armas arrojadizas y un cuadrúpedo.
Laxe
das Cruces:
En una piedra relativamente grande encontramos una espiral de la que parten trazos largos que finalizan en círculos simples, concéntricos y otros en cuyo interior hay un trisquel y una esvástica de lados curvos. Estos dos últimos motivos son muy escasos en el arte rupestre gallego y denotan claras influencias indoeuropeas.
Alrededor de estos círculos aparecen varias representaciones de cérvidos, uno de ellos dibujado mediante la técnica de rebaje en la roca.
Nabal
de Martiño:
Esta roca se encuentra en la zona más alta y alejada del área.
Muestra a un
cazador que lleva un arma en cada mano
que irrumpe en el medio de una manada de ciervos y hace girar en redondo a un
gran macho con una lanza clavada en su lomo.
A la izquierda del conjunto principal hay más representaciones de cérvidos que parecen huir en sentido contrario al que sigue la manada.
Outeiro
da Siribela:
En esta estación las representaciones incluyen combinaciones circulares,
diversos cuadrúpedos y escenas de equitación.
En una pequeña roca aparece una
imagen antropomorfa conocida como el Orante de Siribela. Se trata del grabado
de una figura humana de grandes y extrañas manos (o alas) y con un falo explícito. Se
sitúa bajo la representación de una pareja de ciervos, uno de los cuáles es un
macho de gran cornamenta.
Outeiro
da Forcadela:
Dos círculos concéntricos rellenos de cazoletas.
Bibliografía: Peña Santos, A. “Cuatro conjuntos de
grabados rupestres en la feligresía de Tourón (Pontevedra)”. Cuadernos de
Estudios Gallegos, XXXVII. Santiago de Compostela, Instituto P. Sarmiento de
Estudios Gallegos, 1987, p.7-30.
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.
Nota: Los dibujos de petroglifos que aparecen en este artículo han sido realizados mediante una aplicación informática para la edición y retoque fotográfico.
Acabo de conocer tu blog, tienes un nuevo seguidor..
ResponderEliminarel blog : Las Gangas de un Berubyano
Gracias, amigo desconocido.
EliminarGracias a ti hemos podido encontrar el Orante de Siribela!
ResponderEliminarMuchas gracias María. Me alegra mucho que te haya resultado útil. Un saludo.
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