El monasterio de San Jerónimo de Yuste fue fundado a principios del XV y
alcanzó su momento de mayor importancia cuando fue elegido por Carlos I de España y V emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, como lugar de retiro
para sus últimos años de vida.
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Monasterio de Yuste (claustro renacentista) |
El emperador Carlos V de Habsburgo, abatido tras la muerte en 1539 de su
amada esposa Isabel de Portugal,
comenzó a plantearse su alejamiento de la escena pública para dedicarse a la
vida contemplativa. En 1543 encargó a un grupo de hombres doctos y prudentes la
elección del lugar idóneo para su descanso, pero el Emperador no pudo cumplir
su deseo hasta 1554, cuando las circunstancias políticas europeas y el matrimonio
de su hijo Felipe II con María Tudor de Inglaterra se lo
permitieron.
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Carlos V (Tiziano) |
Muchos fueron las opciones propuestas a Carlos V y de entre todas
ellas eligió Yuste, en gran parte debido a que el monasterio estaba bajo la
protección de la Casa de Oropesa y
también por las excelentes relaciones del Emperador con los Álvarez de Toledo. Otro factor que
resultó determinante fue la abundancia de caza y pesca en la zona, grandes
aficiones del Emperador y motivo por el cual el ballestero real se encontraba
entre las cincuenta personas que formaban su séquito.
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Monasterio de Yuste (patio de los novicios y puerta pintada) |
El 19 de enero de 1554, Carlos V dio indicaciones a fray Juan de Ortega, general de los
jerónimos, para que procediera a levantar unos aposentos para su morada
exclusiva, a cuenta de la tesorería real y de acuerdo con el modelo de obra que
se le remitía y que seguía la estructura del palacio Prinzenhof de Gante, en el
que había nacido. Mientras finalizaban las obras en sus
aposentos en el monasterio de Yuste, desde el 12 de noviembre de 1556 hasta el
3 de Febrero de 1557 Carlos V se alojó en el castillo del señor de Jarandilla, Fernando Álvarez de Toledo y Figueroa, III Conde de Oropesa.
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Escudo de Carlos V en el castillo de Jarandilla de La Vera |
Los
aposentos de Yuste se diseñaron para albergar al Emperador y a un séquito
reducido en un ambiente semejante al de la reclusión monacal. Para se ello se
realizó una prolongación del monasterio, creando un modesto “cuarto
real” en el que se aprecian influencias hispánicas y extranjeras. Los aposentos
constan de dos pisos de planta idéntica, con pórtico de entrada y cuatro salas
separadas dos a dos por un pasillo central. La planta superior era utilizada en
invierno y en diciembre
de 1557 se instaló
una estufa en un pequeño espacio junto a la sala del Emperador. La planta inferior se construyó para ser usada en verano, pero se aprovechó en muy
pocas ocasiones al carecer de vistas y de comunicación directa con la iglesia.
La entrada a la casa-palacio era independiente de la del monasterio y se
realizaba mediante una rampa situada en el lado oeste, que facilitaba el acceso
del monarca a pie o en litera.
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Casa-palacio de Yuste (rampa y galería) |
La rampa lleva hasta una gran terraza
cubierta en la fachada principal de la casa-palacio, construida por el maestro Gaspar Hernández y en la que Carlos V
pasaba los cálidos días de verano.
La terraza se divide en dos espacios
mediante una fila central de cinco columnas de granito de orden toscano,
situadas sobre pedestales de ladrillo. Para que el Emperador se pudiera refrescar, en la terraza se construyó una fuente realizada por los maestros Agustín de la Vega y Lope de Anturia.
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Casa-palacio de Yuste (terraza y fuente). |
En sus lados S y O la terraza dispone de una barandilla de hierro
forjado con decoración de rombos de estilo gótico.
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Casa-palacio de Yuste (terraza con barandilla). |
Las
excavaciones arqueológicas han hallado los restos de un pequeño estanque bajo
la rampa, donde Carlos V podía pescar percas y truchas. Todas las dependencias estaban rodeadas por huertos y por jardines que fueron diseñados por fray Marcos de Cardona.
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Casa-palacio de Yuste (galería, jardines y azud). |
Las demás fuentes y el azud, que servía de transición entre el
monasterio y el entorno natural y para el riego de los huertos bajos, son obra
del ingeniero Juanelo Turriano.
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Casa-palacio de Yuste (azud) |
De
todos modos, durante la estancia de Carlos I de España en Yuste nunca cesaron
las obras, ya que en la construcción inicial se había tenido en cuenta la
comodidad del Emperador pero muy poco la de su séquito.
En
los apenas dos años en los que Carlos V residió en Yuste siguió
dirigiendo la política imperial y fueron continuas las comunicaciones con Valladolid,
capital de la corona española.
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Casa-palacio de Yuste (busto y escudo de Carlos V) |
Cuando el 21 de septiembre de 1558 murió el emperador Carlos V, las dependencias que ocupó fueron totalmente abandonadas y los monjes restringieron el acceso
a las habitaciones. Su hijo Felipe II, no mostró interés alguno por mantener
el palacio de Yuste, por lo cual nadie volvió a dormir en los aposentos de su
padre.
El 12
de agosto de 1809 una columna del ejército invasor francés llego a la comarca
de La Vera e incendió el monasterio de Yuste que resultó casi totalmente
destruido, salvándose sólo la iglesia, la casa del obispo y el palacio.
Bibliografía:
María
Teresa Rodríguez Prieto. El Monasterio de Yuste. Estudio histórico-artístico.
Antonio
Perla de las Parras. El Monasterio de San Jerónimo de Yuste.
Teodoro
M. Martín. El expolio del Monasterio de Yuste.
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.
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