miércoles, 18 de enero de 2023

Turobriga

Turobriga era una ciudad hispanorromana situada en la actual Aroche (Huelva) y que en su época se hallaba en el territorio conocido como Baeturia Céltica, al NO de la Bética romana, en la provincia de la Hispania Ulterior. 

Foro de Turobriga.

Plinio (Nat.Hist. III, 13,14) aporta el texto más completo y preciso sobre la Baeturia Céltica y señala que estaba poblada por pueblos celtíberos (celtici y túrdulos): “Por otra parte, la región que desde el Betis se extiende hasta el río Anas, fuera de las ya mencionadas, se llama Beturia, dividida en dos partes y otros tantos pueblos: los Célticos, que son contiguos de Lusitania, del convento Hispalense, y los Túrdulos, que son ribereños de la Lusitania y la Tarraconense y dirigen los asuntos legales a Corduba. Que los Célticos han llegado desde Lusitania y provienen de los Celtíberos se manifiesta por sus cultos religiosos, la lengua y por los nombres de sus ciudades fortificadas que se diferencian en la Bética por sus sobrenombres…..Además de estas están en la Céltica: Acinipo, Arunda (Ronda), Arucci (Aroche), Turobriga, Lastigi, Salpensa, Saepone, Serippo”.

Pueblos prerromanos de la Península Ibérica.

Estrabón (Geografía III, 2-3) también se refiere a este territorio: “Las regiones con minas se comprende que son ásperas y tristes, y tal es también el país junto a la Carpetania y aún más el que está junto a los Celtíberos. Y así es también la Baeturia con los llanos áridos que acompañan al Anas”.

Tanto los celtici como los túrdulos apoyaron a Viriato y a los lusitanos (155-139 a.C.) en sus ataques al Valle del Guadalquivir. En el siglo I a.C. los lusitanos y túrdulos se aliaron con Sertorio en su levantamiento contra Sila (80 a.C.) y posteriormente, en la guerra pompeyana (49-45 a.C.), los habitantes de la Bética tomaron partido por Pompeyo en su confrontación con Julio César.

En tiempos de Augusto (15-10 a.C) se funda la ciudad de Arucci/Turobriga para pacificar y controlar este territorio que había participado activamente en las rebeliones contra el poder romano. El aporte de población provino de indígenas celtici de Arucci (Aroche) y Turobriga, así como de colonos latinos de las familias más importantes de la zona (Baebii, Plotii, Sertorii, Vibii..).

Durante el siglo I d.C la ciudad creció con rapidez y entre el 41-54 d.C, durante el gobierno de Claudio, se construyó el foro de la ciudad. El foro era una plaza porticada por tres de sus lados, con unas dimensiones aproximadas de 39 x 37,5 m, y presidida por un templo. La plaza estaba rodeada por un espacio porticado donde se hallaba el acceso a la basílica, al tribunal y al archivo (tabularium), que era donde tenían lugar los asuntos judiciales.

El templo (aedes), sin pórtico trasero y de orden corintio, presidía el foro y en él se realizaban ritos religiosos dedicados a Apolo y Diana. Su construcción se debe a Baebiae Crinitae, un personaje de una de las familias más influyentes de la ciudad que sufragó el coste de la edificación del templo con motivo de su ascenso al sacerdocio. Las capillas de culto imperial (sacella) son tres estancias de tamaño similar situadas al N del pórtico simple y en ellas se rendía culto al emperador y a su familia.

Foro y templo (a la izquierda)

En la curia se desarrollaban las reuniones del senado local, compuesto por unos sesenta miembros que se sentaban en los bancos laterales adosados. Desde la curia se accedía al tesoro (aerarium) de la ciudad, donde se depositaba el dinero y los documentos más valiosos. En la sala de los ediles (aula aediles) tenían lugar las funciones administrativas, como el control de pesos, medidas, moneda etc. En este lugar se han hallado una serie de pesas de bronce de diez libras romanas (decempondio) y una plomada para la groma, instrumento topográfico usado para trazar los dos ejes principales de la ciudad.

Sala de los ediles (arriba a la derecha)

Anexo al lado N del foro se encontraba el mercado (macellum) de la ciudad, con las tiendas (tabernae) situadas en torno a un patio central con un pórtico de seis columnas.

Mercado.

En época de Nerón (54-68 d.C) Turobriga es refundada “exnovo” y en el periodo flavio (69-96 d.C) se construyeron las termas y el Campo de Marte.

Las termas eran los baños públicos y actualmente se calcula que se ha excavado alrededor de un tercio de su tamaño original. Se ha encontrado una piscina completa de 9,7 x 6,42 m y 1,2 m de profundidad, provista de tres escalones y un pasillo perimetral para la circulación de los bañistas. A unos 15 m al E, cerca del foro, existían otras dos piscinas.

Termas.

Al N de la ciudad, en el exterior de la muralla, se hallaba el Campus Martius, un recinto de 60 x 65 m en cuyo centro había un aedes dedicado al dios Marte. 

Campo de Marte.

En este campus se ubicaba la sede (schola) del collegium iuvenum y era el lugar donde realizaban las prácticas gimnásticas y atléticas. El collegium iuvenum estaba constituido por jóvenes reclutados entre la aristocracia municipal, que organizaban actividades como la celebración de juegos y espectáculos, así como la instrucción militar de sus miembros. En este lugar también se realizaban las votaciones de las leyes, las elecciones de magistrados, el censo (census), la purificación ritual (lustrum), la revista de las tropas y las ceremonias públicas que debían efectuarse fuera del recinto sagrado de la ciudad (extra pomerium). También en el exterior de la ciudad se hallaban las necrópolis, junto a las puertas N y S.

Por lo que se refiere a las mansiones privadas, actualmente hay dos parcialmente excavadas. Una es la llamada Casa de la Columna, compuesta de nueve estancias en torno a un área central abierta. Esta vivienda estuvo habitada de mediados del siglo I a principios del siglo III d.C.

Casa de la Columna.

La otra residencia es la Casa Norte, que se encontraba aislada en una ínsula completa y con la fachada orientada hacia una de las vías principales. Contaba con trece habitaciones, la mayor de las cuales se localiza en el centro y en torno a ella se disponen las demás, salvo dos que están abiertas al exterior y sin acceso desde el interior y que estaban dedicadas a tiendas (tabernae).

Casa Norte.

Durante el gobierno de los antoninos, principalmente Trajano (98-117 d.C.) y Adriano (117-138), la ciudad se consolidó y llegó a su momento de mayor esplendor, alcanzando una superficie de 10-12 ha. A mediados del siglo II d.C. comenzó su declive que se aceleró a comienzos del siglo III, en época de los severos, con la crisis urbana que afectó a todo el imperio y que provocó que la ciudad fuera definitivamente abandonada, sirviendo de cantera para la construcción y ampliación de villas rústicas y posteriormente del castillo y la ermita de San Mamés.

La Ermita de San Mamés se encuentra justo al lado de la ciudad romana y fue edificada entre finales del siglo XIII y principios del XIV, siendo ampliada y reformada en los siglos XV y XVIII. 

Ermita de San Mamés.

La ermita se levantó sobre la basílica romana de Turobriga y en su construcción se emplearon materiales procedentes de las ruinas de la ciudad, como los sillares usados para construir los porches exteriores, las columnas del ábside y el ara utilizada como soporte del púlpito. La ermita es de planta basilical y consta de tres naves separadas por arcos apuntados enmarcados sobre alfiz y presbiterio con bóveda nervada gótica. 

Interior de la ermita.
Los frescos que decoran las paredes son del siglo XV y representan, entre otras, escenas de la Santa Cena y la Anunciación. 

Santa Cena.

Anunciación.
La ermita fue usada como hospital en el siglo XVII debido a una epidemia de peste, por lo que se encalaron las paredes y los frescos permanecieron ocultos hasta los años ochenta del siglo XX, cuando se procedió a la reparación de la cubierta.

 

Bibliografía:

Manuel Leyguarda Domínguez: La Baeturia Céltica: geografía y territorio.

Juan Manuel Campos Carrasco, Javier Bermejo Meléndez: Arucci y Turobriga: su problemática y reducción.

Juan Manuel Campos Carrasco, Nuria Vidal Teruel, Juan Aurelio Pérez Macías: La ciudad romana de Turobriga. Un modelo urbano en los Llanos de Aroche (Huelva).


Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna. 

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