Baelo Claudia (Belon,
Bello, Bailon, Belo, Belos o Bailo) fue fundada en el siglo II a.C en la parte O de la ensenada de Bolonia (Tarifa), en
el estrecho de Gibraltar, rodeada por las sierras de la Plata y San Bartolomé.
Su creación y desarrollo estuvieron vinculados desde el principio con la
industria del salazón, la pesca del atún y el comercio con el N de África, como
nos describe Estrabón en 18 d.C en su Geografía
(III, 12, 8): “de Belon es de donde
parten generalmente las travesías hacia Tingis (Tánger) de Maurusia, y es
puerto comercial y saladero”.
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Antes de la
llegada de los romanos existió un oppidum púnico denominado Bailo y situado en
la llamada Silla del Papa, punto más elevado de la Sierra de la Plata a 457 m
de altitud y a 4 km de la costa. Este asentamiento estuvo habitado al menos
desde el siglo X a.C hasta época de Augusto (27 a.C a 14 d.C) y desde él se
dominaba la ensenada de Bolonia, Barbate, Zahara de los Atunes y Medina Sidonia
hacia el interior. Los habitantes de Bailo mantenían relaciones mercantiles y
culturales con Cartago, adoraban deidades púnicas y explotaban los recursos
pesqueros y comerciales de la zona. Se han hallado monedas romanas de época
republicana (s. I a.C) con la inscripción Bailo y motivos que representan
espigas y toros.
Baelo estaba incluida
en la región geográfica e histórica del estrecho, que unía social y
económicamente las provincias romanas de la Bética y de la Mauretania
Tingitana, entre las cuales las relaciones comerciales eran continuas y
cotidianas. Durante el mandato de Diocleciano (284-305), el sistema de gobierno
de la Tetrarquía produjo una profunda reorganización administrativa del Imperio
Romano. Se creó la Diócesis Hispaniarum, que constaba de seis provincias:
Bética, Lusitania, Cartaginense, Callaecia, Tarraconense y Mauretania
Tingitana.
La época de mayor
esplendor del urbanismo de Baelo Claudia va desde la segunda mitad del s. I d.C
e inicios del s. II d.C, hasta el siglo III. En este período tiene lugar la
construcción de importante monumentos, como la muralla completa, el foro, la
curia, el archivo, los templos, la basílica, el mercado, el teatro, las termas,
el acueducto y un importante barrio industrial de salazones.
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Termas |
A partir de
mediados del siglo II d.C la ciudad comenzó un declive progresivo, en el siglo
III se vio seriamente afectada por un terremoto, y poco a poco fue perdiendo
población. La industria conservera continuó hasta siglo VII, con la llegada de
vándalos, bizantinos y visigodos.
Baelo es uno de los
escasos yacimientos urbanos romanos de la Península Ibérica en el que se puede
contemplar íntegramente su urbanismo y recorrer cada una de las vías
originales, pese a que sólo se ha excavado el 25% de la superficie total de la
ciudad.
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Puerta de Gades |
La entrada en la ciudad
por la puerta de Carteia marca el eje del decumanus
maximus, una calle orientada de E a O que era el centro comercial y por la
que se llega al macellum o mercado.
El decumanus maximus se cruza con el cardus
maximus, la otra calle principal de la ciudad, que se dirige hacia el S a
las piscinas y tanques de las factorías de salazones y garum, que constituyen uno
de los mayores complejos industriales romanos hallados en la Península Ibérica.
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Factorías de salazones |
En esta intersección se encuentra el centro monumental de la ciudad en torno a
la plaza porticada del foro, donde tenía lugar la vida administrativa, cultural
y religiosa. Al S del foro está la basílica
y restos de lo que podría ser la curia;
al N la tribuna de las arengas y la fuente monumental; al O el tabularium o archivo municipal, la sala
de votaciones, la curia (sede del gobierno local) y la schola; al E del foro se situaban las tiendas o tabernae. |
Foro |
La Basílica fue
construida en el siglo I d.C y era la sede de la administración de justicia. Estaba
emplazada en el lado S del Foro, al que abría tres puertas, y también se podía
acceder desde el Decumano Máximo. Su planta es rectangular y sus columnas
sostenían un segundo piso con galería abierta al patio central en el que se
desarrollaba la actividad de jueces y magistrados. La Basílica fue destruida
por el gran terremoto que sufrió la ciudad en el siglo III d.C.
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Basílica |
En 1981 se halló en la
basílica una enorme estatua de mármol del emperador hispano Trajano, realizada en
mármol y datada entre el 98 y el 117 d.C, que actualmente se conserva en el
Museo de Cádiz. La estatua originalmente se hallaba sobre un pedestal revestido
de losas de mármol y ocupaba un lugar destacado presidiendo los actos públicos
justo delante de la tribuna de los magistrados.
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Estatua de Trajano (comienzos siglo II d.C) |
La altura total de la
estatua es de 2,67 m y la de la cabeza 0,66 m. El cuerpo y la cabeza tienen
distintos orígenes, ya que el primero se cree que fue esculpido por un escultor
local, mientras que la cabeza es de mármol de carrara y pudiera ser obra de
algún taller oficial de Roma, que reutilizó una cabeza del emperador Domiciano
para adaptarla a los rasgos del retrato oficial de Trajano a su ascensión al
poder en el año 98 d.C. |
Estatua de Trajano |
Siguiendo por el
decumanus maximus hasta la puerta de Gades llegamos a los edificios termales,
el teatro y los tres templos dedicados a los dioses de la triada capitolina (Juno,
Júpiter y Minerva) y un cuarto dedicado a la diosa Isis.
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Teatro y templos de los dioses capitolinos |
El decumanus maximus bordea la fachada del teatro, el cual se halla nexo a una de las puertas de la ciudad. El teatro fue construido en la parte superior de la ciudad, aprovechando la topografía de la zona, y conserva todos sus elementos: cavea, orchestra, proscaenium, scaenae etc.
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Teatro |
Las necrópolis se
hallaban fuera del recinto de la ciudad en los márgenes de las vías de acceso a
Baelo. La necrópolis oriental es la mejor conservada, con cientos de tumbas con
ricos ajuares.
Para el suministro de
agua, la ciudad disponía de tres acueductos, siendo el principal el oriental,
que venía de Punta Paloma, a 8 km, y decantaba en una gran cisterna situada en
la parte alta.
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Acueducto de Punta Paloma |
El acueducto occidental venía de los acuíferos de la sierra de
Plata y suministraba agua a los baños y el último, procedente del N, venía de
la fuente del Realillo. Posiblemente existiera un cuarto acueducto que
abastecía de agua las Termas Marítimas.
El puerto ha
desaparecido en gran parte debido a la formación de la actual playa, pero
probablemente existieron pantalanes de madera perpendiculares a la muralla S.
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Área portuaria |
Se han hallado dos anillos de amarre
para las estachas de grandes embarcaciones.
Bibilografía:
Darío
Bernal Casasola. Baelo Claudia, paradigma hispanorromano de la explotación de
recursos marinos.
Instituto
Andaluz del Patrimonio Histórico. Baelo Claudia. Subproyecto de intervención.
Estudio preliminar.
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna.
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