Las estatuas de guerreros galaicos son una de las manifestaciones más interesantes y atractivas dentro de las estatuas exentas o de bulto redondo de la cultura indígena del NO peninsular, en concreto del S y O del área de la cultura castreña, un área geográfica que se corresponde con el Convento Bracarense de época romana: provincia de Ourense, S de la de Pontevedra y N de Portugal (Viana, Braga y Oporto).
Guerreros de Vizela y Fafe |
Datación de las estatuas de guerreros.
Dentro de las esculturas indígenas galaicas existen varios precursores de las estatuas de guerreros.
La estela Pedra Alta de Castelo do Val es hasta el momento la única de su tipo encontrada en Galicia y corresponde a las denominadas estelas de guerreros del SO peninsular, de las que se conocen más de cincuenta en la Península Ibérica y que han sido datadas entre el Bronce Final y los inicios de la Edad de Hierro. La estela tiene una cierta silueta antropomorfa y en la parte frontal aparece grabada una espada envainada provista de una correa o cinto, un escudo con asidera y escotadura en “V”, una posible lira homérica (phorminx o forminge), una lanza y un carro de dos ruedas.
Estela Pedra Alta de Castelo do Val |
Latronus/Celtiati f (ilius)/h(ic) s(itus) e(st)
Ladrono, hijo de Celtiato, se halla enterrado aquí.
Estatua-Menhir de San Pedro (Verín) |
Sin embargo, la polémica sobre la datación de las estatuas dura ya décadas y enfrenta por un lado a los investigadores que las fechan entre los siglos II-I a.C (González Ruibal), y aquellos que las sitúan en el siglo I d.C. en época Julio/Claudia (Calo). Si analizamos los datos disponibles comprobamos que tan sólo cinco estatuas han aparecido en citanias y castros, cuyos períodos de máxima ocupación van de los siglos VII a.C a I a.C. Las diferencias de estilo apreciables entre las distintas estatuas indican diversas cronologías, entre principios del siglo II a.C hasta mediados del siglo I d.C. Por último, las inscripciones latinas que presentan cinco de las estatuas (Rubiás, Lezenho, Meixedo, Santa Comba, São Julião), fueron grabadas con posterioridad a que las estatuas fueran esculpidas, probablemente incluso varios siglos después.
Contexto histórico
Desde finales de la Edad de Bronce, la producción de oro y estaño habían convertido el NO peninsular en un eje comercial de la Europa Occidental por el que transitaban productos de alto valor, tanto del área atlántica como mediterránea. Dentro de este comercio tuvo especial importancia el intenso tráfico de armas, que estimuló la producción local y provocó la aparición de sociedades guerreras.
Citania de Sanfins |
Citania de Briteiros |
Citania de Santa Luzía |
Significado de las estatuas de guerreros
Al igual que sucede con la datación de estas estatuas, también existe gran discrepancia entre los distintos autores en cuanto a su significado y función: votiva, funeraria, honorífica, representación de divinidades bélicas, tutelares o protectoras, o una muestra de la glorificación de los antepasados.
Para Leite de Vasconcelos, Cardozo y Blanco, las estatuas tenían un carácter funerario, mientras que Alves y Calo Lourido piensan que se trata de héroes divinizados. Alarcao sostiene que se trata de jefes locales y para Tranoy representan héroes anónimos o divinidades, excepto las que presentan inscripciones, las cuales corresponderían a personajes reales que pudieron haber luchado en los cuerpos auxiliares romanos.
Recreación de guerreros galaicos. (C. I. castro de S. Cibrán de Las) |
Ferreira de Almeida afirma
que las estatuas obedecerían a la costumbre romana de honrar a jefes mediante
estatuas, mientras que Calo Lourido piensa que incluso la propia Roma propició
que se erigieran estatuas dedicadas a los jefes indígenas que luchaban dentro
de las tropas auxiliares romanas.
Según esta interpretación, las estatuas de guerrero fueron un intento de imitar las esculturas romanas de Bracara Augusta, ensalzando a miembros de la élite indígena que fueron reconocidos por los romanos como sus interlocutores y que representaban al poder de Roma en la comarca que controlaban. Las estatuas tendrían por lo tanto una función propagandística y probablemente sería el propio jefe guerrero el que asumiría el coste de la estatua, ya que con ella buscaba aumentar su prestigio social y reafirmar su poder. Esto explicaría el hecho de que los romanos nunca consideraron un hecho peligroso, desde el punto de vista político, la presencia de estar representaciones en la entrada de los castros de las tribus indígenas.
Las estatuas de guerreros como representación de la resistencia ante la invasión
Para otros investigadores las estatuas de guerreros personificaban a jefes o antepasados considerados héroes y por lo tanto representaban la identidad colectiva de la comunidad, desempeñando una importante función como símbolo de protección del castro en su resistencia contra el invasor romano.
Por lo tanto y de acuerdo con esta interpretación, las estatuas se situaban en las murallas y tenían como finalidad la demostración del poder guerrero de la comunidad a todas aquellas personas que se acercaban a las entradas del castro.
Emplazamiento del guerrero de Sanfins, en una puerta de acceso a la citania. |
Características escultóricas y estilísticas
Los guerreros
galaico-lusitanos son esculturas de hombres armados, por lo general de un
tamaño de 1-2 m de altura, que se caracterizan por la ausencia de una técnica
precisa, su marcado hieratismo, rigidez, frontalidad y por presentar los brazos
totalmente pegados al cuerpo. Todos estos rasgos buscan simplificar
intencionadamente la representación del cuerpo para que la atención se centre
principalmente en las armas y demás motivos simbólicos. Además, los restos de
pintura que se han hallado demuestran que originalmente estuvieron pintadas.
La cara de la estatua mira siempre al frente y, en aquellas que conservan la cabeza (Rubiás, Capeludos, Sanfíns y dos de Lezenho), los rostros pueden tener ojos globulados, nariz, orejas, barba y bigote.
Guerrero de Rubiás |
Casco de Lanhoso. Versión galaica de los cascos tipo Montefortino. Siglo I a.C. |
Por lo que se refiere a los brazos, el izquierdo sujeta, a la altura del vientre, un pequeño escudo redondo con umbo en la parte central externa, el cual está provisto de manilla así como de correas para evitar que cayera durante el combate. Los escudos están decorados con motivos geométricos (Monte Mozinho, Campos y Lezenho), los cuales pueden corresponder al período de finales del siglo I a.C.
Puñal celtibérico con su vaina |
Las espadas y puñales están prendidas en un cinturón con hebilla decorada con trisqueles y esvásticas.
Broche de cinturón celtibérico |
La vestimenta consiste en una túnica de manga corta ceñida por un cinturón, con una línea vertical en la espalda y escote en “V”. A veces la túnica está decorada con motivos en “S” entrelazados y el sayo también está ornamentado, principalmente con un reticulado romboidal.
Guerrero de Meixedo |
En la mayoría de las esculturas el guerrero luce virias o brazaletes en los brazos y a veces torques en el cuello, complementos todos ellos característicos del Bronce Final.
Virias o brazaletes. Guerrero de Armea I |
Con respecto a la vestimenta también existe una fuerte polémica entre los que defienden que lo que cubre el cuerpo es una túnica de manga corta con escote en “V” y ceñida por un cinturón (Quesada, Schattner), y los que sostienen que se trata de una coraza de piel del tipo coselete acolchado y con cuello en forma de “V”, como las romanas, basándose en el surco de la espalda que recorre la columna vertebral (Calo Lourido).
Los que piensan que se trata de una túnica sostienen que no tendría sentido una coraza que dejara totalmente desprotegido el cuello. Además no se distinguen los límites de la supuesta coraza y tampoco existe ninguna referencia a este complemento defensivo en las descripciones de los geógrafos romanos y griegos.
Por último, las piernas son exageradamente gruesas y a veces llevan polainas (knémidas) y otras veces los pies están calzados.
Guerrero I de Monte Mozinho |
Inventario
de estatuas de guerreros
1 Guerrero de Bergazo
Estos restos pertenecientes a una posible estatua de guerrero fueron encontrados en 1951 en el castro de Bergazo, O Corgo (Lugo). Se trata de un bloque de granito de 114x80 cm que iría enterrado y en cuya parte superior aparecen dos pies de 40 cm de largo, inclinados hacia delante y separados unos 5 cm, labrados hasta la altura de los tobillos. Están descalzos y se distinguen claramente los dedos.
Según lo expuesto por Castro Lourido, la perfección de la labra y el tamaño de los pies (que corresponderían a una estatua de unos 2,70 m de alto), hace pensar que en verdad no se trate de una escultura de guerrero, ya que además hasta el momento no se ha encontrado ningún estatua de este tipo en la provincias de Lugo y Coruña.
2 Guerrero de Ralle
Se trata de una cabeza encontrada en la parroquia de Vilela, Taboada (Lugo) y que se conserva en una casa situada a unos 600 de un castro destruido por la construcción de una carretera y a 2 km del castro de Castelo. Esta enorme cabeza mide 85 cm de altura y conserva parte del cuello en el que luce un enorme torques en relieve con remates en perilla de 17 cm de grosor en la parte posterior. La cabeza está cubierta por un casco de cuero en cuya parte posterior se ve la cubrenuca.
3 Guerrero de Anlló
Encontrada en Anlló, parroquia de Castrelo, Cea (Ourense), según algunos en el portalón de la casa rectoral y según otras referencias en la pared de una cuadra, se trata de una cabeza que conserva parte de su unión al torso. Mide 44x24x21 cm, de los que 30 cm corresponden a la cara.
La cabeza está ligeramente ladeada hacia la derecha y en la cara se aprecian los pómulos, los ojos (dos pequeños huecos circulares), la nariz y la oreja derecha. En el cuello luce un torques sin remates.
4 Guerrero de Río
Esta cabeza de granito fue hallada en un muro de cierre de una casa en el lugar de A Ría, a un kilómetro de Castro de Río, Vilamarín (Ourense). No existe consenso sobre si perteneció a una estatua de guerrero galaico.
La cara está muy rodada y apenas se aprecian las facciones. Los ojos son dos pequeños agujeros, por encima unos abultamientos marcan las cejas, se aprecia la nariz, las orejas y una incisión a modo de boca. La cabeza está cubierta por un casco y en el cuello se disitngue una protuberancia que pudiera ser un torques.
5 Guerrero de Santa
Águeda
Esta es una pieza pieza singular datada en el siglo I d.C y encontrada en la década de 1950 en un muro moderno cerca del castro de Santa Ádega (San Vicente de Reádegos, Vilamarín, Ourense). Se trata de una estatua de bulto redondo realizada en granito de la que sólo se conserva un torso masculino de 26 x 20 x 13 cm. Se encuentra muy mutilada y erosionada pero se distingue el cinturón formado por dos baquetones lisos que se extiende por la parte traerá y laterales y que en la parte frontal se ve interrumpido por un ligero abultamiento que pudiera corresponde a la caetra con umbo central que suelen mostrar las estatuas de guerreros galaicos. A diferencia de éstas, en este caso el brazo derecho aparece ligeramente separado del torso.
Guerrero de Santa Águeda |
Guerrero de Santa Águeda |
6 Guerrero de
Castromao
Este fragmento de estatua fue encontrado en un muro en una ladera del castro de Catromao (Celanova). Se trata de un torso, desde el cuello hasta el comienzo del escudo, de tan sólo 18 cm de alto y 20 cm de ancho, un tamaño mucho menor de lo que es habitual para las estatuas de guerreros. Carece casi totalmente de brazos y distinguen las escotaduras en “V” de la vestimenta, el surco longitudinal que recorre la espalda y los torques rematados en perilla.
7 Guerrero de Sabanle
Encontrado en el castro da Cidá, en la parroquia de Quintela, Crecente (Pontevedra), junto con restos cerámica y un trisquel. Cuando se encontró en la acrópolis del castro conservaba la cabeza y el brazo izquierdo intacto, pero su descubridor lo mutiló para poder empotrarlo en un muro. De esta estatua de pequeñas dimensiones, actualmente sólo se conserva un torso de 26 cm de alto, sobre cuyo pecho, formando un ángulo agudo, reposa el brazo derecho (24,5 cm) con la mano abierta (12 cm) y los dedos extendidos.
Guerrero de Sabanle |
8 Guerrero da
Cividade
Hallada en la freguesía de Paderne (Melgaço), se trata de una pieza a escala reducida que guarda semejanza con el guerrero de Sabanle, tanto por su escala reducida como por tener un brazo sobre el pecho, en este caso el izquierdo.
Guerrero da Cividade. Castro de Paderne. |
Guerrero da Cividade. Castro de Paderne. |
9 Guerrero I de
Rubiás
Cabeza de guerrero encontrada en 1935 cerca del castro de Rubiás en la parroquia de Santiago de Cadós, Bande (Ourense), en lo alto de la fuente del pueblo.
Guerrero de Rubiás |
Águila de Bronce. Castro de Rubiás (S I-II d.C.) |
La cabeza de Rubiás tiene unas medidas de 30 x 30 x 20 cm y está muy bien labrada. Es muy afilada y de rasgos suaves, mostrando unos grandes ojos almendrados que carecen de pupilas; nariz prominente y ancha en su base, cuyo extremo fue restaurado por el Museo Arqueolóxico de Ourense; mejillas simétricas y redondeadas; boca cerrada con labios finos; orejas bien definidas y pegadas al cráneo; en la zona occipital se distingue lo que para algunos autores es el pelo y para otros un casco; conserva el entrante del cuello con un torques visible en la nuca y laterales pero no por la parte delantera, justo por donde se rompió la pieza.
Guerrero de Rubiás |
[L]adrono
Veroti f(ilio)
https://sketchfab.com/3d-models/cabeza-de-rubias-16abee22389945e5893a02aaaa91cefc
10 Guerrero II de Rubiás
Esta cabeza, hoy desaparecida, fue descubierta en el castro de Rubiás el siglo XVII por Castellá Ferrer, quien la describe de esta manera: “En el castro de Rubiás se halló poco ha una figura de hombre de piedra, desnudos los braços, con un sayo largo más arriba quatro dedos de las rodillas, ceñido con una cinta gravada, y desnudas las piernas, en las manos tiene una rodela, ó escudo redondo con una punta en medio, con el siguiente letrero: ADRONO VEROTI . F.
11 Guerrero I de la
Cibdá de Armea
Esta estatua apareció cerca del castro de Armea en Santa Mariña de Aguas Santas (Allariz. Ourense). Si bien el yacimiento de la Cibdá de Armea tiene una cronología que abarca desde el siglo II a. C. hasta el siglo V d. C, podemos datar esta estatua en el siglo I. d.C ya que, siguiendo la tesis defendida por Calo Lourido, las estatuas halladas en un contexto castreño se realizaron alrededor del cambio de era, bajo la dominación romana y en el momento de máximo desarrollo de los castros.
Guerrero I de la Cibdá de Armea |
Realizada en granito, actualmente sólo se conserva el torso cortado justo por debajo del cinturón y sus medidas son 70 de alto, 55 de anchura en los hombros y 36 cm de grosor. Viste una prenda de media manga (o coraza según Calo Lourido) que acaba por encima de los brazaletes de cuatro toros que luce en ambos bicéps.
Guerrero I de la Cibdá de Armea |
Guerrero I de la Cibdá de Armea |
12 Guerrero II de la
Cibdá de Armea
Es un fragmento de estatua muy mutilada de la que se conserva tan sólo el torso de 89 cm de altura y 66 cm de anchura en los hombros, y que está cortado a la altura del cinturón, de 4 cm de ancho, del que tan sólo se distingue un baquetón o toro liso sin presillas. En la parte frontal se distinguen restos del torques.
Del sayo se aprecian las líneas longitudinales en el pecho y espalda. En el brazo derecho luce un brazalete de tres toros y su mano, en la que no se distinguen los dedos, reposa sobre el escudo y empuña una espada de la que sólo se distingue el pomo y que probablemente estaría situada sobre el pecho. Falta el brazo izquierdo entero, así como fragmentos del costado y escudo de este mismo lado.
El escudo redondo mide 43 cm de diámetro, tiene umbo y están grabados cuatro cuadrantes de círculo.
Al igual que la anterior estatua, ésta apareció cerca del castro de Armea en Santa Mariña de Aguas Santas (Allariz. Ourense). Cuando se encontró formaba parte del paramento de una casa y había sido partida en varios trozos.
13 Guerrero de Vilar
de Barrio
Esta estatua ha desaparecido y sólo se conoce la referencia de Hübner en 1861, quien dice que era la parte inferior de un guerrero galaico y que servía de límite entre las parroquias de Santa María de Bóveda y San Miguel de Padreda, Vilar de Barrio (Ourense).
14 Guerrero de Sacedo
Pierna de guerrero exhumada por Covadonga Carreño en 1985 en el castro de Saceda, Cualedro (Ourense). Mide unos 40 cm de largo y el pie, de 22 cm, está calzado con juna bota de media caña.
15 Guerrero de
Britelo
La única referencia que hay de esta estatua, actualmente desaparecida, se debe al arqueólogo portugués L.F. Guerra. Ningún arqueólogo, ni el propio Guerra, la vió jamás, pero al parecer se hallaba en el castro de Britelo y fue destruida por el párroco de Britelo ya que consideraba que suscitaba creencias supersticiosas entre los vecinos. La escultura no tenía cabeza, manos, ni pies, pero sí un escudo redondo sobre el pecho.
16 Guerrero I de
Cendufe
Estos restos fueron hallados en 1907 en los paramentos de una edificación situada al lado de la iglesia parroquial de Cendufe, Arcos de Valdevez (Viana do Castelo).
Por una parte se conservan un semitorso inferior de guerrero desde la mitad del escudo hasta por debajo del sagos, de 71 x 42 x 28 cm. Junto a esta pieza se halló una peana con dos pies descalzos, de 50 cm de altura, labrada sobre el mismo tipo de granito que el fragmento anterior, por lo que parece que ambos formarían parte de la misma estatua.
El guerrero de Cendufe viste un sayo decorado con un reticulado de rombos, dentro de cada uno de los cuales hay otro rombo de menor tamaño con un punto inciso en el centro. El sayo está ceñido por un cinturón de 7 cm de ancho formado por tres toros lisos, en cuyo lado derecho hay una vaina de un puñal de unos 22 cm de largo y 9 cm de anchura máxima, del que no se conserva la empuñadura. Por lo que se refiere al escudo, se trata de una caetra de 38 cm de diámetro que originalmente estaba dividida en triángulos de base curva y un umbo central.
Guerrero I de Cendufe. |
La caetra aparece en grabada en sestercios, dupondios y ases y según sea el valor de la moneda va acompañada o no de algún otro motivo. Los sestercios presentan el escudo con umbo central rodeado por un dibujo geométrico dividido en cuatro sectores que forman arcos de semicircunferencias. Los ases muestran un escudo central con círculos rellenos de radios, con un dibujo geométrico idéntico al de los sestercios. Los dupondios tienen además una falcata a un lado, un puñal de hoja ancha al otro y en el centro un soliferreum. Todas estas armas tienen un origen hispánico, por lo que parece que quieren representar el acatamiento a Roma tras la conquista de las tropas de Augusto (Xulio Rodríguez González).
17 Guerrero II de
Cendufe
Se trata de una peana con dos pies descalzos, de 50 cm de altura, labrada sobre el mismo tipo de granito que el fragmento anterior y también encontrada en 1907 en la misma edificación situada al lado de la iglesia parroquial de Cendufe, Arcos de Valdevez (Viana do Castelo), por lo que parece que ambos formarían parte de la misma estatua.
18 Guerrero III de
Cendufe
Fragmento de piernas de 44 cm de largo y 36-30 cm de anchura, en cuyas rodillas aún se aprecia algo de abultamiento característico de las estatuas de guerreros. La piedra en la que se están labradas es un granito de grano más grueso que el de la estatua del guerrero I.
19 Guerrero de
Meixedo
Se desconoce su procedencia original pero se cree que proviene del castro de São Paio de Meixedo (Viana do Castelo). Esta estatua de granito fue propiedad de la familia Rochas desde el siglo XV, la cual realizó en ella varias modificaciones, como el grabado de una cruz en el pecho y una escotadura recta en los hombros, el tallado de un cuadrado para poder incorporar una cabeza a la escultura, así como otras modificaciones en las piernas para poder introducir la estatua en una peana, y la ornamentación del escudo con un aspa o cruz de San Andrés y cinco conchas, emblemas de la citada familia.
Guerrero de Meixedo (original y réplica) |
Guerero de Meixedo (réplica) |
Guerrero de Meixedo (réplica) |
La estatua de Meixedo presenta unas inscripciones latinas que no formaban parte original de la escultura, sino que se añadieron posteriormente y tuvieron que ser fragmentadas entre las diversas partes del cuerpo para poder encontrarles sitio.
En el
frontal (escudo y parte del sayo):
P(ublio) ·
CLODAMEọ / COROCAVDI / F(ilio) · SEaụeo[n]i L(ucius).
(Armando Redentor)
CLODAME COROCAVDI F(ilios). SE[STIO?]
A Clodamus
Sestius hijo de Corocaudius
(Armando Coelho Silva)
Guerrero de Meixedo (Réplica) |
En la túnica
y pierna derecha:
SEST- / IUS
· L(ucii) · L(ibertus) · COROC- / AUDIUS / CONTU(bernalis) / Frater ẹṭ
(Armando Redentor)
L(ucius) SESTI/ VS. L(ucci) Libertus COROC- / VDIUS/ CONTV (bernalis)/Frater .
(Lucius
Sestius Corocondius, liberto de Lucius (¿), hermano (familiar, amigo) y
camarada (mando hacer)
(Armando
Coelho Silva)
Guerrero de Meixedo |
En la pierna izquierda:
Tụbẹṇe(n)s(es)
· f(aciendum) · c(urauerunt)
(Armando
Redentor)
Según Redentor, el texto se refiere a un individuo llamado Publio Clodameo Corocaudi y a quienes se lo dedican, Lucius Sestius Corocaudius y los Tubenenses. Considera este autor que se trata de un liberto descrito como frater (hermano) et contubernalis (compañero, camarada), que guarda relación de parentesco con el otro ya que su cognomen es el mismo. Ambos serían hombres libres que por un suceso, probablemente bélico, fueron hechos esclavos. Redentor hipotetiza que, tras haber obtenido la libertad, Lucius Sestius Corocaudius regresó a su comunidad de origen y, junto a sus habitantes, realizó esta inscripción en homenaje a su hermano.
20 Guerrero de San
Julião
Esta estatua fue hallada casualmente por María Manuel Martíns en 1981, entre los escombros de las excavaciones realizados en 1930 en la citania de San Julião en Vila Verde (Braga).
Lo que se conserva de la estatua mide 143 cm de alto y su anchura en los hombros es de 48 cm. Carece de cabeza y por abajo termina a la altura de la rodilla derecha y le falta gran parte del muslo izquierdo. Si bien está mutilada y muy erosionada, aún se puede apreciar el sayo-coraza de media manga decorado con espirales enlazadas y rombos, con remate superior en “V” y surco central en pecho y espalda.
Guerrero de São Julião |
El brazo derecho tiene mano con los dedos labrados y sujeta un puñal de 42 cm de longitud y 6,5 cm de ancho, con pomo en la empuñadura y en el remate de la vaina. Tiene presillas y unas incisiones triangulares y está sujeto al cinturón mediante dos correas.
Guerrero de São Julião |
MALCEINO
DOVILONIS
F(ilio)
Guerrero de São Julião |
21 Guerrero de Midões
Estatua desaparecida y que podría proceder del Monte da Saia (Barcelos).
22 Guerrero de Roriz
Se trata de una cabeza de 30 cm de largo que fue encontrada en 1974 entre la primera y segunda muralla del castro de Roriz, Barcelos (Braga). Su descubridor, Aires Gonçalves de Sá realizó retoques en su fisonomía para que se pareciera al general António Spinola, para lo que le retocó la boca y le labró la oreja derecha, así como un monóculo en el ojo derecho. La cabeza tiene los arcos superciliares abultados y los ojos ovalados estaban semicerrados. Tiene bigote y está partida por debajo del labio inferior. Actualmente la conserva el arqueólogo que la recuperó, Doctor Brochado de Almeida, Modivas (Porto).
23 Guerrero de Braga
Posible cabeza de guerrero, hallada en la ciudad romana de Braga, cubierta por lo que parece ser un casco de cuero.
24 Guerrero de Briteiros
Se trata de una posible estatua de guerrero que actualmente está siendo estudiada en el Museu da Cultura Castreja-Casa de Sarmento.
Guerrero de Briteiros |
25 Guerrero de Fafe
Escultura de granito hallada cerca del monte de Santo Ovídio (Fafe) y adquirida en 1878 por Martíns Sarmento.
Le falta la cabeza y parte de las piernas y su altura original debía ser de unos 2,60 m, pero actualmente mide 163x50 cm. La estatua se partió por el medio, justo por encima del escudo y fue pegada con cemento.
Guerrero de Fafe |
Guerrero de Fafe |
Porta un escudo redondo (caetra) de 48 cm de diámetro, muy desgastado aunque se aprecia la decoración del umbo y una circunferencia lisa alrededor.
Guerrero de Fafe |
26 Guerrero I de Santa
Comba
Esta estatua fue encontrada en 1980 en una finca del profesor Artur de Sousa Barroso situada en las cercanías del castro de Santa Comba, cuando al realizar unas labores agrícolas apareció enterrada entre las raíces de un árbol. Al sacarla con una excavadora, la escultura se rompió por debajo de las rodillas y, posteriormente, fue pegada. Actualmente se conserva en Refojos, en la casa del citado profesor.
La estatua mide 206 cm de alto, con una anchura en los hombros de 69 cm, y carece de cabeza. Viste un sayo de mangas cortas con surco vertical por el centro del pecho y la espalda. La vestimenta está ceñida por un cinturón de 11 cm de ancho en cuya parte posterior presenta un círculo de 17 cm de diámetro en cuyo interior está inscrita una esvástica dextrógira de cinco radios. En la parte izquierda del cinturón está sujeto un puñal con su vaina, mientras que del lado derecho parte una correa hacia la vaina de la espada.
El brazo derecho tiene una viria de un toro y la mano empuña una espada de dos pomos cuya vaina también termina con un pomo. El brazo izquierdo presenta una viria de dos toros y llevaba amarradas las correas para agarrar el escudo de 44 cm de ancho con umbo, sobre el que reposa la mano. El escudo está grabado con la siguiente inscripción:
ARTIFICES
CALUBRIGENS
ES.ET.ABIANIS (ses)
F(aciendum).c(urauerunt)
Por debajo de las rodillas se aprecian unas ocreas o espinilleras sujetas con correas arriba, abajo y por los lados. Lleva unas botas de media caña que descansan sobre una peana.
27 Guerrero II de Santa
Comba
Esta imagen es conocida desde hace siglos y su origen también se sitúa en las inmediaciones del castro de Santa Comba.
PONTE DE S. MIGUEL DE REFOYOS DE BASTO 1612
En 1892 se le añadió una cabeza con un gorro y bigote y fue pintada. Posteriormente se pintó nuevamente con los colores del equipo de fútbol de Refojos. En las fotos que he incorporado a este artículo he eliminado todas estas inscripciones mediante un programa de retoque fotográfico.
Guerrero II de Santa Comba |
Guerrero II de Santa Comba |
28 Guerrero de Vizela
Escultura de granito encontrada en 1884 por Martíns Sarmento en una pared del atrio de la iglesia de San Jorge de Vizela (Felgueiras). Le falta la cabeza y parte de las piernas y los brazos, manos, parte de las caderas, piernas, puñal y gran parte del escudo, fueron reconstruidas con cemento.
Guerrero de Vizela |
Guerrero de Vizela |
Guerrero de Vizela |
29 Guerrero de Sanfíns
Los restos que se conservan en el Museo Arquelógico de la Citania de Sanfíns fueron recuperados en las excavaciones realizadas en 962 y pueden corresponder a uno, dos o más guerreros.
Guerrero de Sanfíns |
Guerrero de Sanfíns |
Guerrero de Sanfíns |
Guerrero de Sanfíns |
30 Guerrero I de
Monte Mozinho
Esta estatua procede del castro de Monte Mozinho, Penafiel (Porto) y fue descubierta junto a la puerta de la muralla superior en la excavación realizada por Eligio de Sousa. Se conserva la mitad inferior de 93x40 cm, la cual estaba muy deteriorada y partida por debajo de las rodillas, por lo que se soldaron los dos trozos.
Guerrero I de Monte Mozinho |
Guerrero I de Monte Mozinho |
31 Guerrero II de
Monte Mozinho
Consta de una pierna completa hallada en las excavaciones del castro de Monte Mozinho, Penafiel (Porto) y de una peana con los pies y el arranque de ambas piernas, encontrada por Almeida en 1974 como material reutilizado en un pavimento. Es posible que presentara alguna epigrafía pero, en caso de haberla tenido, resulta totalmente ilegible.
32 Guerrero I de
Lezenho
Esta estatua fue encontrada en 1785 en el Castro de Lezenho, lugar de Campos, parroquia de Covas de Barroso, Boticas (Vila Real). Esta estatua y la siguiente conservan la cabeza y ambas estaban colocadas a los lados de la puerta principal del Jardín Botánico de Ajuda.
Guerrero I de Lezenho (fotografía rtve) |
Alrededor del umbo del escudo se aprecia una inscripción latina de muy difícil lectura en la que parecen distinguirse las palabras SAINIO, VANAFIO y ARMIIAGIJA.
33 Guerrero II de Lezenho
Al igual que la
estatua anterior fue encontrada en 1785 en el Castro de Lezenho, lugar de
Campos, parroquia de Covas de Barroso, Boticas (Vila Real) y fue expuesta en la
puerta principal del Jardín Botánico de Ajuda.
Guerrero II de Lezenho(Flickr) |
Guerrero II de Lezenho (réplica) |
Guerrero II de Lezenho (réplica) |
34 Guerrero III de
Lezenho
Esta estatua fue encontrada en Boticas en 1905 y estaba siendo utilizada como escalera para acceder a un cobertizo, por lo que su descubridor, Dr. Figueiredo da Guerra la trasladó a su domicilio de Viana en 1909, encontrándose actualmente en el Museo Arqueológico Nacional de Lisboa.
Lo que actualmente se conserva de la estatua tiene una altura de 125x43 cm, careciendo de cabeza, de parte de los brazos y de ambas piernas por debajo de las rodillas. Puesto que la escultura está poco rodada, se aprecia la escotadura en “V” y la decoración del sagos por debajo del cinturón, con un reticulado inciso formando rombos y una estrecha banda de “SS” encadenadas. La parte posterior también está decorada con roleos y trazos inclinados.
En el brazo izquierdo se aprecia una viria de cuatro toros, visible en el lateral y parte posterior del brazo, pero la del brazo derecho no se distingue.
El cinturón mide 9 cm de ancho y está formado por dos toros lisos paralelos y presenta en su parte posterior un círculo con una esvástica de seis rayos hacia la izquierda. El armamento está formado por un escudo redondo de 40 cm de diámetro con umbo y un puñal o espada corta de 37 cm de largo.
35 Guerrero IV de
Lezenho
Al igual que la anterior, esta estatua fue descubierta por el Dr. Figueiredo da Guerra y trasladada a su domicilio de Viana en 1909. Tiene una longitud de 1,5 m y le falta la cabeza y las piernas por debajo de las rodillas.
En la parte frontal del torso se aprecia la escotadura en “V” de su vestimenta y el sayo está decorado con tres franjas, la central de rombos o líneas zigzagueantes paralelas y las exteriores con “SS” concantenadas, mientras que la espalda está decorada con dos hiladas de “SS” también concatenadas .Los brazos son estrechos y en ambos lleva brazaletes de tres toros. La mano izquierda se sitúa bajo el escudo y la derecha agarra el puñal de 38,5 cm de largo y 9 cm de ancho, rematado con pomos redondos tanto en la empuñadura como al final de la vaina, la cual está dividida por un toro liso transversal. El escudo redondo mide 46 cm de diámetro y apenas se aprecia el umbo. El cinturón está formado por cuatro toros lisos unidos por dos presillas laterales con incisiones cóncavas y en la parte posterior tiene una placa circular con un trisquel orientado hacia la derecha. Las piernas tienen un volumen desproporcionado y las rodillas están muy resaltadas.
36 Guerrero de
Capeludos
Escultura de granito muy mutilada encontrada en una ladera del Monte do Crasto, parroquia de Capeludos, Vila Pouca de Aguiar (Vila Real).
Guerrero de Capeludos |
37 Guerrero de Vilarelhos
Esta estatua fue hallada en el santuario de Nossa Senhora dos Anúncios, parroquia de Vilarelhos, Alfándega de Fe (Bragança). En el lugar no se conoce ningún castro, aunque si sepulturas romanas, y se encuentra lejos del resto de las estatuas encontradas, por lo que su adscripción al fenómeno de los “guerreros galaicos” es dudosa. Actualmente se desconoce su paradero.
La estatua estaba muy mutilada y su altura era de 39 cm. En la cabeza presenta un casco o tocado, en el cuello un torques y en la cara se distinguen los ojos salientes y la boca pequeña.
38 Guerrero de Guarda
Cabeza de granito encontrada cerca del Cuartel de Cazadores de Guarda. Su adscripción al fenómeno de los guerreros galaicos es muy dudosa, no sólo porque apareció en un lugar totalmente descontextualizado sino también porque se encuentra muy lejos tanto del Convento Bracarense como de la propia área de la Cultura Castreña, por lo que pudiera corresponder a cualquier etapa cronológica o cultural. En este lugar si se han encontrado importantes restos romanos (Calo Lourido).
Las fotografías de este artículo han sido realizadas por Francisco Javier Torres Goberna ©.
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Estátuas de guerreiros lusitanos.
Muy interesante el articulo y la pagina en general.
ResponderEliminarGracias por compartir un trabajo tan completo.
Muchas gracias. Le he metido bastantes horas, pero me he disfrutado mucho haciéndolo y viajando a los distintos lugares donde se conservan las estatuas o donde aparecieron en su día. Un saludo.
EliminarEstupendo articulo .Bravo
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